Ganar la lotería puede ser uno de los mayores sueños de una parte de la sociedad, debido a los grandes montos están en juego, y pueden cambiarle la vida a las personas, aunque puede traer muchas complicaciones. 

Un hombre ganó más de 7 millones de dólares en la lotería, pero su historia se convirtió en viral por resaltar la parte negativa de haber obtenido ese premio y como modificó sus relaciones interpersonales. 

El británico Roger Robar detalló que luego de haber ganado el premio mayor en 1996, tomó la drástica decisión de mudarse a Francia desde su país de origen y aseguró que si le daban a elegir “no quisiera volver a ganarla”. 

La vida del chef cambió rotundamente a tres años de haber ganado los millones porque consideraba que estuvo “peor que un prisionero” y que “vivía en un ataúd, o incluso peor porque “la gente no lo golpea cada 5 minutos diciendo ‘por favor, ayúdenme’”

Al millonario lo venció el estrés: las causas de esto luego de ganar la lotería

El motivo por el que el afortunado se sintió agobiado por los constantes pedidos de sus conocidos, y de desconocidos también, quienes se acercaban hasta su restaurante y le pedían una ayuda económica. 

Además, reconoció que de los que había obtenido, repartió más de un millón y medio de dólares entre quienes se lo solicitaban, y que su matrimonio fue arruinado por estas situaciones estresantes. 

Un hombre aseguró que no quisiera volver a ganar la lotería.

“Todo el día la gente venía a mi restaurante, me paraba en la calle, corrían hacia mi auto, me llamaban por teléfono, esperaban afuera de mi casa y me volví completamente loco”, recordó sobre las situaciones de acoso que terminó sufriendo por su fortuna. 

Otra de las rutilantes frases que dejó Roger Robar fue que si tuviera que elegir entre ganar la lotería y seguir siendo chef, ganando únicamente $270 a la semana, elegiría la segunda opción, pues asegura, era más feli. 

Usó su tiempo de descanso en el trabajo para jugar a la lotería y se volvió millonaria: el emotivo uso que le dará al premio

Por otra parte, una mujer que se desempeña como delivery, aprovechó un tiempo libre en su trabajo, jugó una “raspadita” y ganó el pozo de U$S 1.000.000, al que le dará un emotivo uso.

La trabajadora aseguró que se sentó en su auto y empezó a descubrir poco a poco el premio mayor, que con un costo de 20 dólares obtuvo un millón, cuando le consultaron sobre el momento en el que se enteró. 

Además, sostuvo que aún no tiene definido que hacer con el premio, pero que uno de sus objetivos es poder emprender un viaje a Filipinas, para poder visitar al papá, con el que hace mucho tiempo no se pueden ver, mientras que el resto lo ahorrará en el banco.