Una sonda espacial japonesa volvió a la Tierra con muestras de polvo de un asteroide
El objetivo de los científicos del país asiático es analizar las porciones de rocas para poder descifrar la pregunta de cómo se originó la vida y el universo.
La sonda espacial japonesa Hayabusa-2 regresó este sábado a la Tierra, luego de recolectar con éxito muestras de un asteroide que se encuentra a 220 mil kilómetros nuestro planeta, el cual los científicos creen no ha cambiado desde la formación del universo.
En la expedición, los científicos lograron extraer mediante la sonda unos 0.1 gramos de rocas y polvo de ese objeto espacial, con el objetivo de responder a la pregunta de cómo surgió la vida y la formación del universo en general.
La sonda entró en la atmósfera hacia las 02:30 horas locales, como una bola de fuego. Finalmente, la cápsula que era llevada por la sonda aterrizó en un desierto del sur de Australia. “Seis años después, por fin vuelve a la Tierra”, celebró un responsable del programa espacial japonés en directo, en un clima de júbilo y festejo.
Las muestras del asteroide Ryugu fueron atrapadas durante dos fases de la misión del Hayabusa-2, en 2019. Por un lado, la sonda pudo recoger polvo de la superficie, y posteriormente material del interior de Ryugu que fue capturado al dispararle un proyectil.
Protegidas de la luz del sol y de las radiaciones en el interior de la cápsula, las muestras serán recuperadas, tratadas y después enviadas en avión a Japón.
A pesar de que la Tierra y otros cuerpos celestes sufrieron cambios profundos a lo largo de la historia, se cree que este asteroide no ha evolucionado desde su formación.
“Cuando se trata de planetas más pequeños o asteroides, estas sustancias no se fundieron, y por lo tanto creemos que ahí dentro había sustancias de 4,600 millones de años atrás”, explicó el director del proyecto, Makoto Yoshikawa, antes de la llegada del aparato
“Quizás podemos obtener sustancias que nos darán indicios sobre el nacimiento de un planeta y el origen de la vida”, indicó Yoshiwaka.
El análisis de este material espacial estará a cargo de la organización JAXA, la NASA y otras instituciones internacionales. Además, se conservará parte de lo recolectado para futuros estudios, luego de que la tecnología para describirlos sea más avanzada en unos cuantos años.
Próximas misiones de la sonda Hayabusa-2
Tras haber enviado estas muestras, Hayabusa-2 hará una serie de órbitas alrededor del Sol durante unos seis años para registrar datos sobre el polvo en el espacio interplanetario y observar exoplanetas.
De esta manera, se planea que en julio del 2026 se acercará al asteroide 2001 CC21, que los científicos esperan que pueda ser fotografiado “pasando a gran velocidad”.
Más tarde, Hayabusa-2 irá al 1998 KY26, un asteroide esférico de un diámetro de sólo 30 metros, que se encontrará a unos 300 millones de km de la Tierra y se espera que llegue en julio del 2031.