Un impactante caso de violencia obstétrica generó gran conmoción en los últimos días. Un ginecólogo fue detenido luego de que una mujer, de origen romaní, lo acusara de haberla insultado y golpeado brutalmente en su estómago durante el parto, ocasionando la muerte de su bebé. 

El escandaloso suceso ocurrió la semana pasada en un hospital de la ciudad de Sremska Mitrovica, en Serbia, donde un mujer romaní denunció que el médico que estuvo a cargo de su parto la insultó y "saltó sobre su estómago", por su etnia. El brutal accionar del profesional provocó la muerte del bebé.

En ese sentido, la autopsia señaló que pequeña Elena falleció a causa de “un parto violento” y“debido a una asfixia perinatal grave del feto y una aspiración masiva de meconio, lo que le ocasionó un “neumotórax bilateral y hemorragia suprarrenal bilateral”. Asimismo, los forenses confirmaron la “existencia de un hematoma subgaleal”, según indicó el media Vijesti.

La autopsia confirmó que la bebé murió a causa de un "parto violento" (Imagen Daily Mail).

Luego de conocer los resultados de la autopsia, la mamá de Elena denunció lo sucedido y explicó que hará todo lo posible para hacer justicia por su hija. “No pararé hasta que se haga justicia y el médico sea castigado. No tengo fuerzas, no me siento bien, pero mo me rendiré”, aseguró Mihajlović al sitio Nova.

Las autoridades locales detuvieron al médico, identificado como MM, tras ser acusado de poner en peligro la salud de una persona, según indicó la policía. En tanto, la Junta directiva del hospital, en donde ocurrió el brutal caso, aprobó una medida para que las mujeres puedan designar a una persona de su elección para que las acompañe en el parto.

Tras lo sucedido, distintas organizaciones de mujeres protestaron frente al hospital y salieron a la luz, en las redes sociales, cientos de casos de mujeres que aseguraron haber sufrido violencia obstétrica en los centro médicos balcánicos. 

En este contexto, la ministra de Salud, Danica Grujičić se refirió el impactante caso y señaló que no debe volver a ocurrir un incidente de este tipo: “La violencia obstétrica es inadmisible. Debemos prestar especial atención y cuidar a las mujeres embarazadas y en trabajo de parto. Trabajaremos para mejorar la educación de nuestros colegas y protegeremos a las madres y mujeres embarazadas en todos los sentidos”, recalcó.

Sin embargo, Grujičić advirtió que espera que este caso no sea tomado para desacreditar al resto de los médicos. “Si la caza de brujas comienza ahora, dentro de cinco años nadie querrá ser ginecólogo u obstetra. Las complicaciones ocurren en todas partes del mundo dentro de un cierto porcentaje; necesitamos alcanzar ese porcentaje permitido”, señaló.

Por último, una encuesta del 2015 mostró que el 10% de las mujeres serbias no quieren tener otro hijo luego de las traumáticas experiencia que vivió en el hospital.il, una encuesta de 2015 mostró que el 10 por ciento de las mujeres serbias no quieren tener otro hijo después de las traumáticas experiencias hospitalarias con su primer hijo.