A una semana del derrumbe en Miami, la cifra de muertos ascendió a 12 y 149 personas se encuentran desaparecidas, 9 de ellos argentinos. El edificio se encontraba en las calles 88 y Collins Avenue, en el complejo de Champlain Towers, ubicado en la zona de  Surfside. 

En los últimos días surgieron hipótesis sobre las causas del derrumbe y surgieron teorías conspirativas al respecto, desde un ejercicio militar hasta la falta de mantenimiento del edificio que tenía 40 años. 

Sin embargo, las noticias negativas para  Miami aún no terminan ya que se estima que la ciudad se hundirá en un futuro no muy lejano. Así lo determinó la ciencia, según recoge Mario Alejandro Ariza en su libro Ciudad desechable: el futuro de Miami a orillas de la catástrofe climática. 

Ariza en su publicación cuenta las medidas de prevención que tomó Miami frente al aumento del nivel del mar, la ciudad no es una de las áreas metropolitanas más vulnerables pero es una de las más vistas por los medios de comunicación cuando un fenómeno meterológico se avecina. 

El autor describe a la geografía de  Miami como un reto para sí misma, ya que el Océano Atlántico arrincona a la ciudad contra los Everglades, humedales protegidos en Florida. 

El futuro de esta ciudad es "sombrío", ya que se estima que para 2067 el agua subirá por la zona costera y tapará alrededor de 800 kilómetros en los que viven 60 mil personas. 

Para evitar esto, la ciudad se encuentra trabajando en un sistema de aguas pluviales, elevando rutas e instalando bombas de achique con motores diésel. Sin embargo, la región aún tiene un daño grande en cuanto al "incremento de las aguas subterráneas" y su costo de reparación es inimaginable, explica Ariza. 

Otras de las razones de este hundimiento de la ciudad corresponde al sector inmobiliario y su avance sobre las infraestrucutras que ya están rodeados por el agua.