Una joven de 23 años llamada Linsey Donovan se convirtió en millonaria a los 19 años, y comenzó a invertir su dinero en casas. Ahora posee una cartera de propiedades inimaginable y no sabe qué hacer con toda su fortuna. 

La joven creció en Maryland, EE. UU., sin mucho dinero, pero luego, cuando se mudó a Florida a los 18 años, todo cambió. La millonaria comenzó a modelar en las redes sociales y ahora sus trabajos valen una suma increíble.

"Actualmente, soy dueña de cuatro propiedades y el valor de mis propiedades superan los U$S 7 millones", contó la chica. Pero obviamente, como todo millonario, Linsey no solo gasta su dinero sabiamente, sino que también le gusta darse caprichos.

La millonaria tiene una colección de autos que valen U$S 500.000 y en una oportunidad gastó U$S 450.000 en un día. "Lo máximo que he gastado en un día fueron unos 450.000 y tengo compras extravagantes", reveló la mujer.

La joven creció en Maryland, EE. UU., sin mucho dinero, pero luego, cuando se mudó a Florida a los 18 años, todo cambió.
La joven creció en Maryland, EE. UU., sin mucho dinero, pero luego, cuando se mudó a Florida a los 18 años, todo cambió.

También contó que a los 19 años quiso comprar un Mercedes S65 V12 de U$S 300.000 y sus cercanos la trataron de “loca”. No solo lo compró, sino que también centró su atención en un "camión de ensueño" de U$S 100.000.

Ahora lo tiene estacionado en el camino de entrada de la casa que compró cuando tenía 20 años, una finca donde también tiene un caballo, una enorme piscina y una casa para sus perros.

Linsey explicó: "Tengo la casa más grande de todo el lago. Me siento como una princesa al entrar todos los días a esta hermosa casa con techos altos. Las puestas de sol aquí son preciosas, me encanta ver a mis perros en la piscina y mi enorme dormitorio rosa de Barbie".

La modelo de 23 años no duda en darse sus gustos.
La modelo de 23 años no duda en darse sus gustos.

Linsey también es una orgullosa propietaria de una moto todoterreno de U$S 20.000, un piano de media cola, que no sabe tocar, de U$S 30.000 y un vestido de U$S 3.000 hecho especialmente para Kim Kardashian.

La mujer no duda en darse sus gustos y en una entrevista expresó: "Se siente muy bien poder comprar lo que quiera y no tener que preocuparme por el precio. Tener libertad financiera es increíble".