Alemania continúa en su intento de sanación por las heridas del nazismo. Esta vez, un tribunal juzgará a partir de octubre a un hombre de 100 años, quien se desempeñó como guardia de las SS en el campo de concentración de Sachsenhausen, en Oranienburg.

Hasta el momento no se ha revelado la identidad del hombre, pero sí que era miembro del ala paramilitar del Partido Nazi. Será acusado de complicidad en el homicidio de 3.518 prisioneros, de los más de 20 mil que perecieron en el lugar ubicado cerca de Berlín, incluidos los soviéticos asesinados por un pelotón de fusilamiento y las muertes con gas venenoso Zyklon B, publicó el diario Welt.

La fiscalía de Neuruppin recibió el caso en 2019 desde la oficina especial de fiscales federales encargados de investigar los crímenes de guerra de la era nazi. Recién presentó formalmente la acusación contra este hombre en febrero pasado, por su desempeño entre enero de 1942 y agosto de 1944, y entre diciembre de 1944 y febrero de 1945, durante su actividad como guardia del campo de concentración.

¿Por qué lo juzgarán recién ahora?

Si bien al haber pasado más de 70 años, el número de sospechosos de estos crímenes está disminuyendo, los fiscales continúan trabajando para identificar y llevar a los presuntos culpables ante la justicia.

Por lo pronto se conoció que el hombre, que viviría en el estado de Brandeburgo en las afueras de Berlín, comparecerá ante el tribunal por como máximo dos horas y media por día ya que el fiscal recibió una evaluación médica que confirma que el hombre está “apto para ser juzgado” a pesar de su avanzada edad.

Sachsenhausen fue para la cúpula nazi escenario, a las puertas de Berlín, de su delirio de control sobre la vida y la muerte y muchos de los que integran la parte civil tienen la misma edad que el acusado y esperan que se haga justicia”, reveló el abogado Thomas Walther, quien representa desde hace años a la parte civil en los procesamientos más recientes al nazismo y que también formará parte de éste que se realizará en Neuruppin.

El asesinato no prescribe. Se trata del esclarecimiento de crímenes y los antiguos prisioneros tienen la oportunidad de relatar lo que ocurrió allí”, agregó la historiadora Stephanie Bohra, colaboradora científica del centro de documentación berlinés Topografía del Terror.

Así era el campo de concentración de Sachsenhausen, por Gabriel Herrera