Maestra sedujo a su alumno de 15 años por Snapchat, tuvo sexo con él y lo amenazó: "Vas a caer conmigo"
La docente de 35 años, que había conocido al joven en la escuela, fue acusada de tres cargos y sentenciada a seis años y dos meses de prisión.
Kandice Barber (35) se acercó a uno de sus alumnos y tomó su celular durante un evento escolar. La mujer, casada y con tres hijos en edad escolar, le devolvió el teléfono unos segundos después tras haber averiguado su perfil de la red social Snapchat.
Esta situación, que inició el 27 de septiembre de 2018, marcó el comienzo de un obsesivo y constante acoso sexual de la mujer contra el adolescente que, según el fiscal Richard Milne, admitió haber notado “algo raro” en aquel contacto inicial. Lo que siguió fue una ola de mensajes que, una semana más tarde, se “volvieron sexuales”.
Barber era una maestra suplente en la Escuela Princes Risborough en Buckinghamshire (Reino Unido), y fue despedida cuando se viralizaron las fotos eróticas que la mujer le enviaba al adolescente. Luego se supo que antes de eso, hubo decenas de mensajes en los que ella le hacía preguntas inapropiadas y le contaba cuando se iba a bañar.
Con el paso del tiempo, la frecuencia de los mensajes aumentó e incluso en una ocasión ella le escribió: “Cuando estemos en clase, vamos a ver si nos ponemos lo más calientes posible sin que los demás se enteren”, le escribió en una ocasión.
Un mes después, en octubre de 2018, se consumó el abuso. Barber recogió al joven en su auto y manejó hasta un área “privada” donde tuvieron relaciones sexuales en un campo. La investigación de la causa arrojó que en esas semanas la mujer había estado buscando en Google: “buenas áreas aisladas”.
Posteriormente, la mujer siguió enviándole mensajes y la historia se terminó filtrando entre la comunidad escolar. Rápidamente los rumores se extendieron e intervinieron primero las autoridades escolares y luego la justicia.
Cuando el director entrevistó al alumno sobre lo ocurrido, el joven negó todo. Pero la evidencia que circulaba por los celulares de todos los estudiantes y docentes de la institución eran tan contundentes que, tras el despido de la docente, la causa llegó a los tribunales.