Las historias que recorren las redes sociales siempre dan que hablar, sobre todo aquellas que encantan a los usuarios y los mismos vuelven virales. Generalmente, suelen ser las más insólitas y graciosas, aunque a veces también ocurre con situaciones inquietantes. 

Así fue la historia de Mike Krumholz, un joven que vivió una tremenda secuencia por el simple hecho de dormirse con los lentes de contacto puesto, algo que -si bien no es recomendable- uno piensa que nada grave pasaría. 

El joven, de 21 años, es oriundo de Florida, en Estados Unidos. Al comenzar con el relato de su historia, aclaró que solo se durmió una siesta de 40 minutos con los lentes de contacto puesto, y luego pasó lo peor. 

Al levantarse, el joven sintió un fuerte dolor que lo obligó a asistir a un médico, donde le diagnosticaron queratitis por Acanthamoeba: es un parásito carnívoro que se mete en los ojos y comienza a comerse el tejido. 

Según se precisó, este dañó gravemente el ojo derecho de la víctima, lo que le impidió trabajar o continuar sus estudios universitarios en el corto plazo, además de dejarlo en completa oscuridad durante más de 50 días.

En diálogo con medios locales, afirmó: No podría explicar un dolor como este en mi vida". "El dolor es más desde la parte posterior de mi ojo. Todo el camino hacia arriba (desde la parte posterior de mi cabeza) y desciende (hacia el frente). Es como un shock constante, es un dolor constante. Estoy bastante orgulloso de mi tolerancia”, apuntó. 

La tremenda y poco habitual enfermedad que contrajo este joven

Lo cierto también es que lo que le ocurrió a Mike es algo poco habitual, ya que es una enfermedad que afecta a una de cada 33 millones de personas, según estudios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. 

La vida de Mike cambió para siempre.

Vale mencionar además que, al ser una enfermedad tan rara y poco habitual, se la suele confundir con algo más común. Es por esto también que el joven tardó un mes en ver a diferentes médicos hasta que, finalmente, pudo obtener un diagnóstico correcto.

Finalmente, los medios locales precisaron que el protagonista de esta historia necesita un trasplante de ojo. “Dijeron que en este momento no soy elegible para un trasplante de ojo porque tengo 21 años, así que soy muy joven y mi cuerpo no lo soportaría. Pero el trasplante, si alguna vez soy elegible para él, con suerte me dará al menos el 50% de visión", comentó Mike.