A inicios de este año, Ole Ginnerup Schytz, compró un detector de metales para practicar un nuevo hobby, vinculado a uno de los temas que más le interesa: la arqueología. Sin embargo, el danés nunca se imaginó que iba a ser lo que motivara el hallazgo de 22 objetos únicos que ahora constituyen uno de los mayores tesoros de oro de la historia previkinga de Dinamarca.

El tesoro fue hallado cerca de Jelling, en el campo de un amigo ubicado en el suroeste de Dinamarca, una zona que supo ser la cuna de los reyes vikingos entre los siglos VIII y XII. 

El tesoro de oro pesa un kilo. Son 22 piezas de un valor incalculable.

Además de los medallones del tamaño de un platillo, también se encontraron monedas romanas que se han convertido en joyas. De acuerdo al testimonio de los expertos, entre las piezas hay una que hace referencia al emperador romano Constantino, de principios del siglo IV. 

Se cree que este tesoro pudo haber sido enterrado como ofrenda a los dioses en su momento de severos cambios climáticos, cuando las temperaturas se volvieron muy frías luego de una erupción volcánica ocurrida en Islandia en 536.

Los arqueólogos colaboraron en el cuidadoso trabajo de extraer las piezas enterradas.

Ahora, lo encontrado será exhibido en el Vejlemuseerne como parte de una gran muestra vikinga que se inaugurará el 3 de febrero próximo.

La era vikinga comenzó en el año 793 con el ataque al monasterio inglés de Lindisfarne, que es el primer ataque vikingo que se conoce. El acontecimiento que marcó el final de sus días de gloria fue la muerte del rey Harald Hardrada en la batalla de Stamford Bridge en 1066.