Es muy común, sobre todo en Estados Unidos, que las casas antiguas tengan pasadizos, tesoros ocultos y hasta escaleras misteriosas diseñadas para esconder o guardar algún objeto de valor familiar. Esto le sucedió a Kira Wennerstrom, quien recientemente se había mudado a una gran viviendo en el estado de Colorado.

A medida que avanzaba la mudanza, esta mujer iba compartiendo las imágenes y videos en sus redes sociales para actualizar a sus seguidores acerca de su nuevo hogar. Aquí es donde llega la curioso. Resulta que en el famoso reboleo de una mudanza, Wennerstrom encontró debajo de una de las alfombras de la  casa, una escotilla de madera. Curiosa, la abrió, y  lo que encontró fue nada más ni nada menos que un pasaje a unas lúgubres escaleras, que conducían hacia una puerta aún más lúgubre.

Esta fue la vista que tuvo al levantar la escotilla.

En un estado de asombro y seguramente con el mapa del planeta del tesoro en su cabeza, decidió preguntarle a sus seguidores en TikTok si debía o no cruzar dicha puerta, ya que detrás de ella podría haber cualquier cosa, algún invaluable tesoro, una persona encerrada, alcohol que quedó allí desde la Ley Seca o quizás solo más polvo y mugre.

Finalmente decidió recurrir a su padre para que la ayudara a limpiar la entrada ya que la suciedad impedía abrir la misteriosa puerta. En uno de los videos se los ve a ambos llenando y llenando recipientes con tierra para poder entrar al lugar y así finalizar el misterio. Una vez terminada la tarea y posiblemente con más miedo que otra cosa, giraron el picaporte y entraron a una habitación.

Así empezó el misterio

El lugar resultó ser una antigua bodega, absolutamente abandonada y repleta de todo tipo de alimentos que por supuesto, ya no eran aptos para consumo humano u otro ser vivo con esperanzas de seguir en ese estado. Frascos, latas y otros embaces había estado juntando polvo allí desde hace más de 40 años.

Wennerstrom comentó luego que al parecer, la habitación fue construida para oficiar de bodega, pero que ente 1950 a 1970 se le dio otro uso, el de almacenar comida. Estimó que los alimentos correspondían aproximadamente a esos años ya que en una de las latas podía leerse la inscripción de “1979”. “Definitivamente no quiero volver a entrar aquí sola”, relató mientras filmaba.

Así lucía el deposito de comida

Sus seguidores la incitaron a que se animara a probar algo de tan variado menú, pero ella se negó. Aunque reconoció ser “bastante aventurera”, también admitió que si les hiciera caso a los usuarios terminaría “enferma de botulismo”, además del “asco” que de por sí le produciría.

Todo este misterio del pasaje secreto y la posterior bodega le valió a esta mujer para presumir de millones de visualizaciones en los videos que publicó al respecto.