Aunque la increíble habilidad perruna para comunicarse con los humanos es hace tiempo reconocida por expertos, el origen de esta capacidad es todavía un misterio. Que tu mascota entienda que le hablas y pueda seguir indicaciones cuando señalas con el dedo, ¿es fruto de la domesticación o un talento nato? Un equipo de científicos estadounidenses iniciaron un estudio para encontrar la respuesta.

Los científicos de la Universidad de Arizona, que llevan estudiando a los perros por una década, se asociaron con Canine Companions, una organización de perros de servicio que les proporcionó 375 cachorros de goldador, labrador y golden retriever. Los ejemplares elegidos no superaban los dos meses de edad y aún no fueron separados de su litera, para descartar el factor de domesticación.

Durante el estudio, los cachorros fueron analizados en diferentes situaciones. En una instancia, ingresaban a un área donde una golosina se escondía debajo de un vaso de plástico boca abajo. Los científicos llamaban su atención exclamando "¡Cachorro, mira!", estableciendo contacto visual y señalando el vaso. 

El artículo fue publicado en la revista científica Current Biology.

Según los resultados del estudio, en el 67% de los intentos los perritos encontraron la golosina siguiendo las instrucciones de los cuidadores. Otra prueba que colocaba una pequeña caja al lado del vaso para despistarlos resultó en una tasa de éxito del 72%.

En diálogo con AFPEmily Bray, autora principal del artículo, afirmó: "Había pruebas de que este tipo de habilidades sociales estaban presentes en la edad adulta, pero aquí encontramos pruebas de que los cachorros -al igual que los humanos- están biológicamente preparados para interactuar de estas maneras sociales".

El estudio también subraya que, si bien los cachorros probaron ser hábiles en la comunicación humana desde temprana edad, registraron el mayor éxito cuando las personas iniciaban la interacción, ya sea con contacto visual o gestos y siempre que se utilice un tono de voz agudo.

El factor genético

Al conocer la ascendencia de cada cachorro y las relaciones de parentesco entre los sujetos, los científicos lograron enfrentar el factor genético contra el ambiental. El artículo reveló que la genética explicaba el 43% de la variacion en la capacidad comunicativa de los cachorros, dato comparable a la base genética de la inteligencia en los humanos.

La Universidad de Arizona anunció que futuras investigaciones se dedicarán a determinar qué marcadores genéticos corresponden a habilidades sociales superiores. Bray espera que los descubrimientos puedan tener aplicaciones prácticas en el rubro de los perros de servicio:

"Estos perros crecen y tienen un trabajo en el que pueden o no tener éxito, por lo que podemos comenzar a hacer preguntas sobre qué hace que un perro de servicio sea exitoso o que un perro de trabajo sea exitoso", concluyó la experta.