El papa Francisco anunció el nombramiento de 21 nuevos cardenales, un gesto clave que apunta a la futura elección de su sucesor en un eventual cónclave. Con esta decisión, refuerza la influencia de Sudamérica, sumando cinco purpurados de Argentina, Chile, Perú, Ecuador y Brasil.

Los cardenales, los miembros más altos de la Curia, son quienes tienen el privilegio de elegir al próximo papa, pero solo aquellos que no hayan cumplido 80 años pueden participar en la votación. Actualmente, el Colegio Cardenalicio cuenta con 235 cardenales, de los cuales 122 son electores, según datos actualizados al 28 de septiembre. Si un cónclave tuviera lugar hoy, estos serían los encargados de seleccionar al próximo pontífice.

De los 122 electores actuales, 92 fueron designados por Francisco, una clara mayoría frente a los 24 de Benedicto XVI y los 6 de Juan Pablo II. Tras este nuevo nombramiento, la cifra de cardenales electores nombrados por el papa argentino se elevará a 112.

Cardenales sudamericanos nombrados por Francisco

Durante el tradicional rezo del Ángelus desde el Palacio Apostólico, el papa Francisco sorprendió a la multitud al anunciar un consistorio para el 8 de diciembre, en el que se formalizará el nombramiento de los 21 nuevos cardenales. De estos, 20 podrán participar en el cónclave, mientras que el italiano Angelo Acerbi, de 98 años, será el único que no tendrá derecho a voto.

Cinco de los nuevos cardenales son sudamericanos, una región que sigue teniendo un lugar destacado en la estrategia del papa. Entre ellos se encuentran el arzobispo de Lima, Carlos Gustavo Castillo Mattasoglio (74 años); el arzobispo de Santiago de Chile, Fernando Natalio Chomali Garib (67); el arzobispo de Santiago del Estero y primado argentino, Vicente Bokalic Iglic (72); el arzobispo de Guayaquil, Luis Gerardo Cabrera Herrera (69); y el arzobispo de Porto Alegre, Jaime Spengler (64).

Con estos nombramientos, el número de cardenales sudamericanos con derecho a voto asciende a 14, aunque algunos de ellos, como el venezolano Baltazar Enrique Porras, pronto superarán la edad límite para votar en un cónclave.

El Papa Francisco nombró 21 nuevos cardenales, de los cuales 5 son sudamericanos
El Papa Francisco nombró 21 nuevos cardenales, de los cuales 5 son sudamericanos

Una Curia joven y descentralizada

Los nuevos nombramientos del papa reflejan su visión de una Iglesia más descentralizada, que toma en cuenta las regiones más alejadas del mundo. “La universalidad de la Iglesia” y su misión de anunciar el Evangelio a todos los hombres son, según Francisco, las bases de estos nombramientos.

Entre los cardenales nombrados están el arzobispo de Tokio, Tarcisius Isao Kikuchi; el de Costa de Marfil, Ignace Bessi Dogbo; el de Argel, Jean-Paul Vesco; el de Indonesia, Paskalis Bruno Syukur; y el arzobispo de Teherán, Dominique Joseph Mathieu. También fue elegido el obispo filipino Pablo Virgilio Siongco David, el arzobispo italiano Roberto Repole y el de Belgrado, Ladislav Nemet.

Uno de los datos más llamativos es la juventud de algunos cardenales, como el ucraniano Mykola Bychok, de 44 años, que actualmente es obispo en Melbourne. Otros cardenales jóvenes incluyen al indio George Jacob Koovakad (51), al lituano Rolandas Makrickas (52), y a los italianos Baldasare Reina y Francis Leo, ambos con 53 años.

El legado de Francisco en el Colegio Cardenalicio

Con este nuevo consistorio, el décimo de su pontificado, Francisco deja su huella definitiva en el Colegio Cardenalicio, superando en cantidad a los nueve consistorios de Juan Pablo II y duplicando los de Benedicto XVI.

A pesar de estos nombramientos, los cardenales europeos siguen siendo mayoría con 49 electores, frente a los 21 asiáticos, los 16 africanos y los 14 sudamericanos. Esta composición muestra un equilibrio que sigue inclinándose hacia Europa, aunque Francisco sigue apostando por una mayor representación de las "periferias" del mundo.

Finalmente, entre los 21 nuevos cardenales también figuran Timothy Peter Joseph Radcliffe, un teólogo británico, y el subsecretario vaticano Fabio Baggio, ambos destacados por su contribución a la Iglesia.