Camila Behrensen, tenía 24 años y era nacida en Buenos Aires. Vivía en Estados Unidos, después de haber terminado su carrera en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), decidió continuar su pasión por la investigación en  Kansas en el Instituto Stowers. Estaba realizando su doctorado en biología.

Es una de las víctimas halladas entre los restos de un incendio ocurrido en el centro de la ciudad junto a su compañero Pablo Guzmán Palma, de 25 años, y oriundo de Santiago de Chile.

Camila era la hija mayor de Ernesto Behrensen, periodista y ex director de la que fue la agencia Diarios y Noticias (DyN), actualmente se desempeña como asesor de comunicación del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño. Su padre ya viajó a Estados Unidos para repatriar el cuerpo. 

Camila y Pablo pertenecían a la clase de investigación predoctoral de 2020 en Stowers.

“Estamos devastados por las trágicas muertes de los investigadores. Eran miembros de nuestra clase de 2020 e integrantes de nuestra comunidad del Instituto Stowers. Nuestras más profundas condolencias están con sus familias en este difícil momento", sostuvo la institución en un comunicado.

Camila había terminado su licenciatura en biotecnología en 2020. Los dos años siguientes estudió  los cambios metabólicos de las moscas de la fruta,  esta una investigación  le permitió ser coautora de un artículo en Scientific Reports.

Quería centrar su investigación en el metabolismo y el papel que desempeña en el desarrollo. Buscaba obtener su título postdoctoral y dirigir un equipo de investigación con su propio laboratorio.

Era una joven brillante que se preocupaba mucho por su trabajo y por los demás, según dijeron sus compañeros. En sus ratos libres salía a correr. Participó en carreras de 800 y 1500 metros

Su amor por la ciencia llegó a través de Isaac Asimov, su autor favorito. “Aunque su primer interés científico fue la astronomía, después de tomar clases de biología y química, decidió centrarse en la biología”, según señalaron desde la Institución. 

Guzmán era licenciado en bioquímica por la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde investigaba la regeneración de la médula espinal. Él deseaba continuar sus estudios centrándose en cómo las células interpretan e integran diversos tipos de señales en el desarrollo. También tenía el deseo de quizás fundar su laboratorio tras completar su doctorado.