Wandercy Pugliesi, un profesor de historia brasileño, se convirtió en el foco de una investigación por portar abundante material de temática nazi.

Hasta los azulejos del fondo de su pileta formaban una esvástica gigante y se vio obligado a modificarla por completo. El símbolo fue descubierto en diciembre de 2014 por la Policía que sobrevolaba la zona para investigar un secuestro. Tras notarla, tomaron un video y una foto de la casa del hombre en Pomerode, en el estado de Santa Catarina.

En aquel momento, Pugliesi pensó en poner la impronta nazi en el fondo de la pileta para evitar acusaciones. Sin embargo, la Confederación Israelita Brasileña demandó al profesor, que finalmente le tocó enfrentarse a la disyuntiva: eliminar el símbolo o afrontar acciones legales. La Fiscalía decidió cerrar el caso luego de que el hombre demostró haber hecho caso, agregando azulejos para que la esvástica parezca un cuadrado con una cruz en el medio.

Los medios locales informan que, en la década de 1990, las autoridades descubrieron que el docente poseía fotografías, pinturas, libros y camisetas de temática nazi que le fueron confiscados y que intentó recuperar, alegando que eran simplemente para estudios académicos privados. Sin embargo, tras proseguir con la investigación, ahondaron en sus datos personales y descubrieron que su hijo se llamaba Adolf.

El tribunal no creyó en su versión y desestimó que el material sea por un fin académico. Los artículos nunca le fueron devueltos al hombre.

El año pasado, el profesor intentó presentarse como candidato a concejal de Pomerode, pero el Partido Liberal lo presionó para que retirara su candidatura. El maestro entonces abandonó el partido por sus tendencias nazis, y además, jamás iba a conseguir el apoyo de la población.