La pandemia del coronavirus golpeó directamente a la industria del cine. En su producción, porque los rodajes debieron reanudarse con estrictos protocolos sanitarios, y en sus salas porque la contingencia obligó a cerrar locales alrededor del mundo.

La crisis no perdonó a las empresas de todo el mundo, pero particularmente de Latinoamerica: la segunda compañía más grande del país, debió cerrar 145 establecimientos por una deuda millonaria.

El retroceso obligó a las industrias de todos los rubros a reinventarse y los cines no se quedan atrás. Tal es así que en noviembre del 2020, un cine ubicado en la ciudad de Memphis, Tennessee, llamado Malco Theaters, comenzó una nueva forma de ingresos alquilando sus pantallas a jugadores, al mismo estilo que las salas de juego clásicos. 

Ahora, la cadena de cines surcoreana CGV también se sumó a esta nueva forma de generar ingresos: están alquilando sus pantallas a gamers y resulta ser un alivio a los estados financieros.

Por ejemplo, Malco permite que hasta 20 personas alquilen una sala a US$ 100 por dos horas o US$ 150 por tres horas. La compañía cuenta con 36 cines en varios estados de Estados Unidos, según la vicepresidenta de Malco, Karen Melton dice que se "está ganando terreno y se está volviendo popular, pero nada aumenta nuestra rentabilidad en este momento".

Se trata de un real incentivo para cualquier gamer. "La calidad del sonido es particularmente increíble", explica un estudiante coreano en diálogo con la BBC. "El sonido de los disparos es tan vivo que cuando un objeto voló en mi dirección desde la pantalla llegué a gritar". Es un acuerdo de conveniencia tanto para jugadores como para las salas. Los videojuegos hoy disponen de una calidad gráfica excepcional, apta para la gran pantalla del cine. Y muchos de ellos incorporan narrativas no demasiado lejanas del género fílmico.