A partir de este miércoles, Nueva Zelanda entra en un nuevo confinamiento total por 72 horas luego de que las autoridades sanitarias detectaran un caso de Covid-19. La primera ministra, Jacinda Ardern, tomó la drástica decisión mientras se rastrean otros posibles casos y para evitar la propagación del virus.

Durante esta nueva cuarentena, los neozelandeses deben permanecer en sus casas y solo permanecerán abiertos los comercios esenciales como farmacias o supermercados. La medida llega después de hallar un solo caso de transmisión de coronavirus.

El contagiado es un hombre de 58 años que no estaba vacunado y que dio positivo en Auckland, la ciudad más poblada de Nueva Zelanda. Se trata del primer positivo registrado desde el pasado mes de febrero, por lo que las autoridades quieren controlar la situación para evitar olas similares a las producidas en otros países.

“Desde las 11:59 pm de esta noche, toda Nueva Zelanda pasará al nivel de alerta 4 para detener la propagación del Covid-19 en nuestras comunidades. Inicialmente, será por un período de 7 días para las regiones de Auckland y Coromandel, y al menos 3 días para el resto del país”, informó el gobierno.

La primera ministra explicó que la persona contagiada viajó por todo el país, por lo que resolvieron imponer una nueva cuarentena: "Somos uno de los últimos países del mundo en tener la variante Delta en nuestra comunidad. Estamos en condiciones de aprender de la experiencia en el extranjero y ver qué acciones funcionan y qué acciones no funcionan".

Nueva Zelanda es uno de los países que mejor manejó la pandemia, con la menor cantidad de contagios registrada en el mundo: apenas acumulan 2.900 casos y 26 víctimas. Sin embargo, la campaña de vacunación avanza a un ritmo inferior que el de otras naciones. Según datos de la CNN, el porcentaje de población con ambas dosis alcanza el 20 %, por lo que solo 1 de cada 5 personas están inmunizadas completamente.