Un adolescente de 13 años perdió la vida en el parque Xenses, en Playa del Carmen luego de quedar atorado en un succionador de basura en una atracción acuática. La empresa responsable admitió que hubo un error humano en la muerte de menor.

El padre del pequeño, un médico de Durango, trató de ayudar a su hijo, a quien vio inconsciente y con la pierna destrozada por el sistema acuático. Tras eso, trató de darle los primeros auxilios y fue trasladado a un hospital privado, donde murió un día después

El lugar donde aconteció el hecho suele ser visitado por turistas.

“Mientras llegaba la ambulancia le di respiración boca a boca, minutos después llegó la ambulancia sin oxígeno, el personal no tenía noción de qué son los primeros auxilios. De ahí, llegamos al hospital Amerimed, mi hijo necesitaba un catéter y no se lo pusieron, yo me ofrecí como médico cardiólogo a ponérselo, soy experto en eso y no me dejaron”, explicó.

En un comunicado, el grupo a cargo del parque admitió que la muerte del niño Leonardo Luna Guerrero, tras ser succionado por un filtro del sistema acuático, se debió por un error humano. “Un error humano ocasionó la falla que condujo a este accidente, tras el cual de inmediato se activaron nuestros protocolos de seguridad y paramédicos de planta acudieron al lugar para aplicar los primeros auxilios y trasladar al menor al hospital”, explicaron.

Asimismo, indicaron que el personal realizó arreglos no autorizados en la zona del accidente, además, de afirmar que colaborará con las autoridades para deslindar responsabilidades sobre la muerte del menor.

“En la investigación realizada, pudimos determinar un error humano al realizar unos arreglos no autorizados en la zona del accidente. Queremos expresar nuestra total disposición para colaborar con las autoridades competentes para esclarecer cualquier responsabilidad”, concluyeron.