La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, arribó este martes a  Taiwán, en la visita norteamericana de mayor rango desde 1997. El viaje se concretó pese a las amenazas de China, que reclama la soberanía de la isla. Beijing había advertido que la admininstración de Joe Biden “pagará el precio” de esta decisión y, poco después de la llegada de la legisladora, amenazó con "acciones militares selectivas".

La líder demócrata, de 82 años y tercera en la línea sucesoria de la Presidencia estadounidense, llegó a Taipéi a bordo de un avión de la Fuerza Aérea del país norteamericano, como tercera escala de su gira por Asia, luego de haber visitado Singapur y Malasia.

Pelosi, según medios internacionales, fue recibida en el aeropuerto Songshan por el ministro de Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, mientras aviones militares chinos SU-35 cruzaban el estrecho de la isla.

La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, tras su arribo, publicó un mensaje en en su cuenta de Twitter con el que reiteró el apoyo del Gobierno estadounidense a las autoridades de Taiwán.

"Nuestra visita reitera que América está del lado de Taiwán: una democracia robusta, vibrante y nuestro socio importante en el Indo-Pacífico", escribió la legisladora demócrata.

La amenazas de China a Estados Unidos

China, poco antes del arribo de Pelosi a Taiwán, había advertido a Estados Unidos que "pagará el precio" de su gira asiática. Y, luego del aterrizaje, insistió en esa línea al alertar sobre "acciones militares selectivas".

"Estados Unidos constantemente distorsiona, oscurece y vacía de contenido el principio de 'Una sola China'", advirtió un comunicado de la cancillería china poco después de que el avión de Pelosi llegara a Taipéi.

"Estas acciones son como jugar con fuego, extremadamente peligrosas. Y quienes juegan con fuego, morirán quemados", amenazó Beijing.