La Justicia de Francia inició esta semana un juicio por violación a una mujer que tiene a 51 acusados, entre ellos su esposo, quien la drogó y fomentó las reiteradas agresiones, según la acusación.


El comienzo del proceso mantiene conmocionada a toda la comunidad francesa y tuvo fuerte repercusión mundial por los escabrosos detalles que salieron a la luz.

El principal acusado, definido por la prensa internacional como “monstruo”

El principal acusado es el francés Dominique Pelicot, de 71 años, quien habría mezclado somníferos en la comida y bebida de su esposa para dejarla inconsciente y luego habría invitado por páginas de internet a otros hombres para que abusaran de ella. Los investigadores entienden que este tipo de hechos se repitió durante los últimos diez años.
 

El caso llegó a oídos de las autoridades luego de que Pelicot, a quien la prensa internacional definió comomonstruo, fuera detenido en un supermercado cuando intentaba filmar de incógnito a mujeres por debajo de sus polleras.
 

Tras ser arrestado se allanó su vivienda, situada en la comuna de Mazan. Y, en su computadora, se encontró una carpeta titulada "Abusos", en la que había videos y fotos sobre lo que sucedía con su esposa.

Detalles sobre el martirio de la víctima

La víctima, de 72 años, llevaba años teniendo lagunas mentales, olvidos de días enteros y dolores físicos, que en su familia habían empezado a relacionar con un supuesto alzheimer, desconociendo lo que sucedía en realidad. 

Precisiones sobre la investigación

En 2020, la Policía francesa descubrió los archivos y citó a la mujer de 72 años para contarle lo que habían hallado.


A partir de ese momento, comenzó la investigación para identificar a los agresores. A juicio llegaron 51 hombres, de entre 26 y 74 años, algunos de ellos que habrían participado de las violaciones en reiteradas oportunidades.


Entre los acusados había camioneros, bomberos, soldados, carpinteros y obreros de la construcción, además de un guardia de prisiones, un enfermero, un periodista y un experto en informática de un banco.
 

Algunos de los presuntos agresores negaron los cargos y afirmaron que, como el marido los contactaba, pensaban que se trataba de un acuerdo entre ellos y que la mujer estaba enterada, aunque ninguno habló jamás con ella, ya que en todo momento se encontraba inconsciente.