A raíz de los ataques en Brasil a las sedes estatales del Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal, el presidente de ese país, Luiz Inácio "Lula" da Silva, ratificó que lo sucedido el pasado 8 de enero tuvo que ver con "el principio de un golpe de estado", bajó la órbita de Jair Bolsonaro, su antecesor.

Aún resuenan los estallidos de vidrios y destrucción de los edificios estatales, cuando miles de manifestantes comenzaron a invadir y a saquear las sedes del poder de Brasilia. Alrededor de 1.300 personas fueron arrestadas tras los disturbios, en donde al menos 45 de los detenidos figuran dentro de las listas bolsonaristas para hacerse de algún cargo público.

En ese marco,, Lula da Silva habló con el canal brasileño GloboNews, en donde resaltó que tuvo la "impresión" que los disturbios en Brasilia "era el principio de un golpe de estado".

Esa sensación lo focalizó en la respuesta de la seguridad federal de los edificios estatales, al pronunciar que "el personal estaba siguiendo el orden y la orientación que Bolsonaro dio durante mucho tiempo". Tal manifestación de los ataques lo relacionó con el pensamiento de su antecesor, cuando "mucho tiempo llamó a invadir la corte suprema, mucho tiempo desacreditó al Congreso nacional, mucho tiempo llamó a que el pueblo portara armas, que esto era la democracia".

Vale mencionar que el presidente desplazó a 40 militares que trabajaban en la residencia presidencial, ya que ratificó en su momento el "convencimiento" de que "la puerta del Palacio de Planalto fue abierta para que esas personas entraran" ya que no había "ninguna puerta rota".

"No vi a ningún soldado, solo vi gente entrando, no vi a ningún soldado reaccionar", fustigó el mandatario electo, demostrando su enojo por la "facilidad con la que la gente invadía el palacio del presidente de la república". En ese sentido, también apuntó contra las fallas de la inteligencia estatal al marcar que "la información del GSI, la Agencia Brasileña de Inteligencia, el Ejército, la Marina y la Aeronáutica no sirvió para advertir al presidente".

Lula y el intento de golpe de estado en Brasil:  "con la democracia, no se juega"

Lula Da Silva se refirió a su "impresión" con ciertas actitudes del actual mandatario, Jair Bolsonaro, previo a la derrota en las elecciones celebradas en octubre del 2022. En ese sentido, declaró que su antecesor "esperaba volver a Brasil en la gloria de un golpe de estado".

"Su decisión de permanecer callado tras perder las elecciones, su decisión de no pasarme la banda, de irse a Miami como si huyera por miedo a algo, y su silencio, incluso después de lo ocurrido en Brasilia, me dieron la impresión de que sabía todo lo que estaba pasando, de que tenía mucho que ver con lo que estaba ocurriendo", manifestó Lula en una especie de armado de rompecabezas del panorama.

Vale mencionar que el mandatario se encontraba en la ciudad de San Pablo en el momento de los ataques del día domingo 8 de enero. "Si hubiera sabido el viernes que iban a venir 8.000 personas, no habría salido de Brasilia; me fui porque todo estaba en calma", sentenció Lula y a la vez criticando la tarea del ex secretario de Seguridad Pública del DF, Anderson Torres, a quien lo acusó de conocer el ataque y "dejar allí el celular" para no responder los llamados.

En ese marco, Lula da Silva exigió que los detenidos, quienes integraron las listas para ingresar a cargos públicos de ser Bolsonaro el ganador de las elecciones, sean juzgados para "garantizar la supervivencia de la democracia" y que, justamente, "con la democracia, no se juega".