Los talibanes ya comenzaron imponer su orden en Kabul: control a los vehículos y humillación pública a quienes cometan delitos
Tanques como patrullas, cientos de policías en las calles y ladrones atados y expuestos ante los ciudadanos. A pesar de la tensa calma, las mujeres todavía no se animan a mostrarse en público.
Los talibanes tomaron el poder nuevamente en Afganistán y ya se están haciendo sentir y ver en las calles de Kabul, con tanques para controlar la zona y tolerancia cero y humillación pública para aquellos que cometan un delito.
Este martes se viralizó un video de la agencia de noticias Asvaka en la que muestra la humillación pública a la que fue sometido un sujeto que supuestamente robó.
En la grabación, que dura apenas segundos, se puede observar como el hombre quien habría intentado quedarse con un auto que no le pertenecía, fue atado y su rostro pintado de negro, a la vista de los ciudadanos, algunos de los cuales se acercaban para sacarle fotos. Mientras todo esto ocurría, la policía, como si nada pasara, seguía dirigiendo el tránsito a los pocos metros.
Si bien hay preocupación y mucha tensión, varios comercios reabrieron sus puertas por necesidad y la actividad económica se reanuda. Dentro de esta tensa tranquilidad, las mujeres todavía no se muestran en masa públicamente.
Los duros controles a cada uno de los vehículos que circulan con patrullas policiales y tanques, además de las camionetas con personas armadas, describen a la perfección cómo viven hoy en día.
En cuánto a la vestimenta, los hombres cambiaron sus atuendos occidentales por el shalwar kameez, la holgada vestimenta tradicional afgana. Por otro lado, los programas islámicos se emiten por la televisación estatal.
Controles para revisión pero sin detenciones
A diferencia de lo que había ocurrido hace años, los agentes del orden sólo revisan los últimivles sin hacerle ningún tipo de interrogatorio a sus ocupantes.
El punto central de vigilancia es por las calles que van hasta el aropuerto de la capital. Aún así, nunca hubo caos vehícular porque no se frenó durante mucho tiempo a ningún vehículo.
Todo esto sucede a casi 10 días que tomaron casi todo el país y el palacio presidencial que fue abandonado por Ashraf Ghani, quien huyó al extranjero con destino incierto.
Durante esta jornada, también se anunció una "amnistía general" para los funcionarios estatales, quiénes ya están autorizados a "retomar su trabajo y su vida cotidiana con total confianza".
Los afganos, por su parte, siguen temerosos y con la preocupación de volver a vivir lo mismo que pasó desde 1996 a 2001, cuando los talibanes impusieron una versión rigurosa como nunca de la ley islámica.
En aquel entonces, las mujeres no podían ni trabajar, ni estudiar y aquellos que cometían delitos, no tenían casi ningún derecho y eran sometidos a castigos inninmaginables.