Joven fue secuestrado, humillado y decapitado por su familia por ser gay
Quienes vivían con Alireza Fazeli Monfared, descubrieron su elección de vida cuando abrieron una carta de la Oficina de Conscripción de Irán en la que decía que era eximido del servicio militar por "depravaciones morales y sexuales como ser homosexual". El chico había planeado huir de Irán y reunirse con su novio como refugiado en Turquía antes de su muerte.
Un joven de 20 años fue asesinado por dos medios hermanos y un primo en el pueblo Borumi, por el sólo hecho de ser homosexual.
La familia descubrió la orientación sexual de Alireza Fazeli Monfared cuando abrieron una carta dirigida a él de la Oficina de Conscripción de Irán en la que se detallaban que iba a ser eximido del servicio militar obligatorio de dos años en el país por "depravaciones morales y sexuales como ser homosexual".
El joven ya había planeado huir de Irán y reunirse con su novio como refugiado en Turquía antes de su muerte.
Tras que quede expuesto hecho, Aghil Abyat, amigo íntimo, afirmó que cerca de las 7 de la tarde, Alireza habló con su mamá y luego llegó uno de sus hermanastros, con la excusa de tener una charla.
Según relató el restigo, lo subió al auto y nunca más lo volvieron a ver hasta que se descubrió que lo golpearon en reiteradas ocasiones y lo decapitaron.
"No hubo noticias de él hasta el miércoles, cuando el hermanastro de Alireza llamó a su madre y le dijo: 'Lo hemos rematado", afirmó Ahil.
El acoso de su familia por su orientación sexual
Alireza vivía siendo humillado por su propios familiares e inclusive su hermanastro se quejaba continuamente sobre su manera de vestir y lo calificaba sin piedad como una "deshonra" y "vergüenza".
El día a día se hacía cada vez más intenso y violento y las agresiones verbales se habían hecho una costumbre.
La confesión de Alireza: "Es un dolor insoportable"
Un mensaje de audio de Alireza a Aghil encendió las alarmas sobre el peligro que corría y es por eso que había decidido escapar con su novio a Turquía.
"No hay nada más difícil que no poder verlo nunca más, o escuchar su voz, para siempre. Este es un dolor insoportable que permanecerá en mi corazón hasta el fin de los tiempos", afirmó Aghil.
"El suelo donde se encuentran las palmeras retendrá el aroma de tu sangre para siempre. Mientras las palmas se eleven hacia el cielo, serán testigos de tu asesinato. Y si una flor crece allí, será en agradecimiento a tu sangre, que fue derramada tan injustamente" agregó el joven.