El gobierno de Israel reportó este lunes que 68 personas murieron en las últimas 24 horas por coronavirus, la cantidad diaria más alta desde el inicio de la pandemia, en la víspera de la entrada en vigencia del anunciado cierre por una semana del aeropuerto internacional Ben Gurion, en Tel Aviv, con el objeto de contener la propagación del Covid-19.

"Estamos por delante del mundo, cerraremos el país herméticamente", expresó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la apertura de la sesión del gabinete, según la televisora estatal KAN.

Entre las normas dispuestas se cancelará el estatus de los vuelos normales de pasajeros y solo se autorizarán los que sean definidos como "especiales".

La autoridad aeroportuaria anunció a las compañías aéreas extranjeras que se preparen para reducir e incluso cerrar las rutas aéreas en pocas horas.

Netanyahu pidió retrasar la llegada de nuevos inmigrantes al país, una medida cuestionada por parte del arco político.

La ministra de Absorción, Pnina Tamano Shata, quien se opuso al cierre del aeropuerto, expresó: "Nunca detuvimos la aliá (inmigración judía) desde la creación del Estado".

El primer ministro respondió que los nuevos inmigrantes pueden esperar.

También el miembro de la Kneset (Parlamento) Arieh Dery, cargó contra el premier.

"Tal vez convenga que empieces a escuchar otras voces. Hay que tener en cuenta la aliá organizada de esta próxima semana", señaló el parlamentario en alusión a uno de los pilares de la empresa sionista.

En paralelo, el Ministerio de Sanidad reportó 68 nuevos decesos, un máximo diario desde el inicio de la pandemia.

El informe incluye además 6.015 nuevos contagios, con lo que acumula 4.478 defunciones y 605.397 casos.

Además hay 1.174 pacientes en estado grave, 420 en estado crítico y 325 conectados a respiradores, recogió la agencia de noticias Europa Press.

En cuanto a las vacunas, 2.637.279 de los 9,3 millones de israelíes han recibido ya la primera dosis y al menos 1.189.813 completaron las dos.

En lo que va de enero, 51.218 niños y adolescentes hasta los 17 años se contagiaron, según datos oficiales.

Esta cifras refleja la presencia de la mutación británica en territorio israelí, que no solo se propaga más rápido, sino que también es más violenta y fatal.

Hasta ahora se sostenía que los menores se contagiaban menos, pero en las últimas semanas se registró un cambio, inesperado para los especialistas.

El presidente de la Asociación de Médicos de Israel, Zeev Feldman, alertó que "los pacientes graves siguen llegando y son más jóvenes y de gravedad, lamentablemente también con aumento en cantidad de muertes", según la agencia AJN.

Las prestadoras de servicios de salud anunciaron que comenzarán a vacunar a sus afiliados desde los 16 de edad.

Mientras tanto, los palestinos en Cisjordania y la Franja de Gaza esperan inoculantes, que podrían tardar al menos unos meses más en llegar a una parte suficientemente grande de la sociedad.

Sin embargo, las tasas de infección en ambos territorios se mantienen relativamente bajas.