Gatillo fácil y racismo: la policía yanqui mató a más de 100 menores desde 2015
Las recientes muertes de Adam Toledo, de sólo 13 años y Ma'Khia Bryant, de 16, volvieron a encender las alarmas. Afirman que la vigilancia excesiva de las comunidades negras y latinas, criminaliza a los jóvenes y su origen étnico.
La policía de Estados Unidos mató a más de 100 menores de edad desde 2015, mayoritariamente negros e hispanos, según datos publicados hoy por el influyente diario The Washington Post, en medio de una renovada polémica en la sociedad sobre el gatillo fácil y el racismo.
Las recientes muertes de Adam Toledo, de 13 años, en Chicago, y Ma'Khia Bryant, de 16, en Columbus, Ohio, son solo dos de más de 100 casos de menores de 18 abatidas por la policía desde 2015.
En total, 23 de las víctimas, como Toledo, tenían menos de 15 años.
Bryant fue muerto a tiros el 20 de abril por la policía de Columbus, cuyos agentes fueron llamados al lugar por una pelea y un intento de apuñalamiento.
En el caso de Toledo, fue abatido a tiros por un oficial de Chicago en el vecindario predominantemente latino de La Villita el 29 de marzo.
Las imágenes de la cámara corporal de cada incidente provocaron indignación local y nacional.
"Estamos cansados de tener estos policías de gatillo fácil", se quejó Baltazar Enríquez, presidente de la comunidad de La Villita, a la cadena ABC News.
En total murieron 111 menores de 18 años como consecuencia del excesivo uso de la fuerza policial en los últimos seis años, reportó el Post.
Las cifras fueron compiladas por Mapping Police Violence, que rastrea los asesinatos de niños por parte de la policía desde 2013.
Contabilizando desde ese año , las víctimas fatales fueron 175, incluidos tres niños de 1 año, reprodujo la agencia de noticias ANSA.
Tras las muertes de Toledo y Bryant, una serie de organismos están pidiendo un cambio.
"Los jóvenes tienen miedo de nuestros oficiales y no debería ser así. Los oficiales deben mostrarles que su seguridad es la prioridad número uno y que no están allí para matarlos, y que pueden llamar al 911", apuntó Enriquez.
Los datos también muestran que las jóvenes víctimas de disparos son desproporcionadamente negras e hispanas: el 37% y el 25%, respectivamente, en comparación con el 13% y el 18% del resto de la población, lo que marca una tendencia policial racista que se viene registrando con frecuencia en el país.
El Departamento de Policía de Chicago ha estado involucrado en al menos cuatro asesinatos de personas menores de 18 años desde el 2015.
Michael Esposito, profesor de la Universidad de Washington, dijo que la vigilancia excesiva de las comunidades negras y latinas criminaliza a los jóvenes y su origen étnico.