Casi 30.000 mesas de votación en todo el territorio venezolano abrieron sus puertas esta mañana para llevar a cabo las elecciones de renovación de la Asamblea Nacional, el Parlamento unicameral, en medio del boicot de la oposición liderada por Juan Guaidó.

Venezuela renovará este domingo la composición de la AN (parlamento unicameral) en elecciones en las que se prevé un cómodo triunfo del chavismo y una baja participación ciudadana ante la abstención dispuesta por la mayoría de la oposición.

Las elecciones determinarán el regreso del oficialismo al control absoluto de los cinco poderes públicos del país luego de que la AN tuviera una holgada mayoría opositora en los últimos cinco años, por primera y única vez desde la llegada del chavismo al gobierno en 1999.

Para el grueso de la oposición, en tanto, significará el fin de los argumentos legales que le permitieron designar un gobierno interino paralelo encabezado por el titular de la AN, Juan Guaidó, tras desconocer el mandato actual del presidente Nicolás Maduro por considerar que surgió de elecciones irregulares.

La Comisión Nacional Electoral (CNE) de Venezuela habilitó este domingo 29.622 mesas en 14.200 centros electorales en todo el país y más de 20 millones de personas están convocadas para elegir a los 277 diputados del parlamento para el período 2021-2026.

Un total de 14.400 candidatos se presentaron para las elecciones, en las que participarán 107 organizaciones políticas. Unos 200 veedores internacionales, asimismo, acompañarán los comicios.

Según el CNE, ya se realizaron 12 de las 16 auditorías del proceso electoral para asegurar la transparencia y confiabilidad de este proceso electoral.

La Comisión Nacional Electoral de Venezuela busca asegurar la transparencia de los comicios. 

Los comicios están rodeados de una polémica que proyectará sus consecuencias en el tiempo, pues la mayoría de la oposición, Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y el Grupo Internacional de Contacto anunciaron que los desconocen. También los rechaza la Iglesia Católica, que dijo el lunes en un comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) que "el evento electoral convocado para el próximo 6 de diciembre, lejos de contribuir a la solución democrática de la situación política que hoy vivimos, tiende a agravarla".

Los cuestionamientos se deben en buena medida a la decisión del gobierno de Maduro de no postergar los comicios con el fin de garantizar un acceso más equitativo de la oposición. El oficialismo respondió que la Constitución exige que las elecciones se efectúen, a más tardar, a comienzos de diciembre.

Estados Unidos y la Unión Europea no reconocerán el resultado de las elecciones en Venezuela

Horas antes de la votación, Maduro llamó a la participación frente a las peticiones de Guaidó a quedarse en casa e ignorar los comicios.

La comunidad internacional, con Estados Unidos y la Unión Europea (UE) a la cabeza, adelantaron que no reconocerán el resultado de estas elecciones, informó la agencia de noticias Europa Press.

Washington es el principal aliado de Guaidó y lidera la presión internacional contra Maduro con sanciones económicas, incluido un embargo petrolero vigente desde abril de 2019.

La Unión Europea, por su parte, desestima que las parlamentarias sean "justas, transparentes y creíbles”.

"El mundo necesita respeto, diálogo y entendimiento para avanzar. Desde Venezuela hemos demostrado que es posible coexistir. Aunque hemos sido víctimas de una política cruel de sanciones, resistimos, estamos de pie, y el pueblo lo demostrará votando este 6 de diciembre", manifestó Maduro sobre unas elecciones en las que el país "dará una lección de democracia al mundo".

Guaidó ya denunció los comicios como "un fraude" e invitó a "todos a quedarse en casa" y, en cambio, ejercer la mayoría el próximo 12 de diciembre, en la culminación de la consulta popular de la oposición.

El chavismo perdió el control del parlamento en 2015 tras 15 años de hegemonía chavista. Sin embargo, Maduro rápidamente anuló su poder a través de la Corte Suprema de línea oficialista.

Con todo, desde la jefatura del parlamento, Guaidó reclamó en 2019 la presidencia encargada, luego de que la Cámara declarara a Maduro "usurpador" por reelegirse en votaciones "fraudulentas" en mayo de 2018.