El oscuro pasado del hombre que recibió un trasplante de corazón de cerdo: "No es ningún héroe"
Una mujer que lo acusa de un crimen criticó que no era un "receptor digno" del corazón del animal. Mirá todos los detalles en la nota.
Un estadounidense de 57 años revolucionó la ciencia médica la semana pasada tras convertirse en el primer hombre del mundo en recibir un trasplante de corazón de cerdo modificado. Según señalaron medios de comunicación del país norteamericano, David Bennett, el receptor del órgano, se sometió a una cirugía de estas características porque su cuerpo no era apto para un trasplante humano. El problema era que su corazón original padecía una enfermedad cardíaca grave y sufría arritmias.
Se trató de un procedimiento complejo cuyo resultado despertó críticas positivas entre los investigadores científicos, y por el cual Bennett se ganó el mote de “héroe” en la prensa estadounidense gracias a su valentía.
De acuerdo con fuentes extranjeras, el paciente había pasado los últimos meses recostado en una cama con una máquina de soporte vital mientras esperaba el gran día de su cirugía. En tanto, el cerdo donante provenía de una manada que se había sometido a un procedimiento de modificación genética para eliminar un gen productor de un azúcar que habría desencadenado una fuerte respuesta inmunológica y generado el rechazo del órgano.
Esta modificación estuvo a cargo de la empresa de biotecnología Revivicor, la cual también suministró el cerdo utilizado en un innovador trasplante de riñón en un paciente con muerte cerebral en Nueva York en octubre.
El órgano donado permaneció en una máquina para preservarlo antes de la operación quirúrgica, y el equipo también usó un nuevo medicamento junto con otros fármacos convencionales contra el rechazo para suprimir el sistema inmunitario y evitar que rechace el órgano.
Corazón maldito: la oscura razón por la cual Bennett fue difamado tras la operación
No todos estuvieron felices cuando se enteraron del gran avance médico que salvó la vida del estadounidense. Y es que pocos días después, una mujer apareció en los medios de comunicación para revelar el presunto macabro pasado de David Bennett y derribar la imagen del inocente y heroico hombre que se creó a su alrededor.
“No es un héroe, no es un receptor digno”, cuestionó este sábado Leslie Shumaker Downey durante una entrevista con la BCC. El motivo de su indignación dejó perplejos a los espectadores y generó una enorme controversia en las redes sociales. Sin temor alguno, contó que Bennett habría sido el atacante que muchos años atrás dejó parapléjico a su hermano, Edward Shumaker cuando tenía 22 años.
La mujer contó que el agresor apuñaló a su hermano en 1988 y lo dejó en una silla de ruedas. Según apuntó, Bennett se enfureció y atacó a su hermano, quien jugaba al billar en un bar de Maryland en abril de 1988, después de que sorprendiera a su entonces esposa Norma Jean Bennett sentada en el regazo de Shumaker mientras ambos hablaban y bebían.
En consecuencia, Shumaker recibió siete puñaladas en la espalda, el abdomen y el pecho. Sobrevivió durante 19 años antes de sufrir un derrame cerebral en 2005 y morir dos años más tarde, a los 40 años.
Por esto es que Leslie aborreció los elogios que recibió el presunto abusador y criticó que “no es un receptor digno” y que no le gusta que lo representen como un héroe. "Moralmente, en mi opinión, no", opinó, cuando se le preguntó si debería haber sido la primera persona en beneficiarse del avance médico.
"Para la comunidad médica, el avance y el poder hacer algo así es genial y es un gran avance, pero están poniendo a Bennett en las historias presentándolo como un héroe y un pionero y él no es nada de eso. Creo que los médicos que hicieron la operación deberían recibir todos los elogios y no el señor Bennett'”, concluyó la mujer.
La situación generó una enorme conmoción que trascendió las fronteras y causó discusiones en todo el mundo sobre la ética profesional de los médicos frente a casos de este estilo. Al respecto, un profesor de bioética de la Universidad de Nueva York, Arthur Caplan, se mostró en contra de la idea de dividir a pacientes en grupos debido a su historial criminal.
"El principio clave en la medicina es tratar a cualquier persona que está enferma independientemente de quiénes son", opinó, y agregó que no se trata de un negocio "de separar a pecadores de santos".
Por su parte, el profesor de ética médica de la Universidad de Pesilvania, Scott Halpern, consideró que existe “un sistema legal diseñado para determinar un resarcimiento justo por crímenes", así como también “un sistema de salud que tiene por objetivo prestar asistencia sin tener en cuenta el carácter personal o la historia de las personas", destacó a modo de justificación de su postura a favor.
Para cerrar, desde el hospital de Baltimore, donde se realizó la cirugía, sostuvieron que prestan asistencia a "cada persona que llega a través de sus puertas basándose en sus necesidades médicas, no en sus antecedentes o circunstancias de vida", precisando que la decisión sobre la operación de Bennett se tomó teniendo en cuenta "solo sus registros médicos".