Un misterio que intriga al estado brasileño de Espírito Santo hace más de dos décadas podría estar acercándose a una resolución. La identidad de Clarinha, o Clarita, una mujer ingresada al Hospital de la Policía Militar de Vitoria tras ser atropellada en junio del 2000, podría estar relacionada con el posible secuestro de una niña en la ciudad de Guarapari, a fines de los años 70.

El caso de Clarinha ya es emblemático en la localidad: ingresada en estado vegetativo y sin documentos, la mujer fue dada su nombre por el personal del hospital tras múltiples intentos fallidos que buscaban identificar a ella o a su familia. A pesar de las pruebas de ADN y una amplia cobertura de los medios locales, nada había dado resultado; hasta ahora.

El Ministerio Público de Espírito Santo (MPES), que primero inició la búsqueda por la familia de Clarinha, informó en un comunicado que a medidos de 2020 un grupo de peritos de la Fuerza Nacional de Seguridad Pública (FNSP) pidió permiso a la organización para ayudar con la investigación. ¿Su propuesta? Identificación facial.

El equipo utilizó el proceso de comparación facial, accediendo a las bases de datos de personas desaparecidas buscando caras con características físicas similares a las de Clarinha. El rastrillaje digital dió resultados: “De estos registros llegamos al caso de una niña de 1 año y 9 meses que desapareció en Guarapari, en 1976. Al momento de los hechos, su familia, que es de Minas Gerais, se encontraba de vacaciones en Espírito Santo", informó el MPES.

La bebé desaparecida, sospechada identidad de Clarinha.

Los investigadores solicitaron la colaboración de una empresa especializada ubicada en Paraná para garantizar que se trataba de un match: el examen realizado concluyó que existía "compatibilidad" entre las imágenes de Clarinha y las de la niña desaparecida, informó el MPES en un comunicado oficial.

Apoyándose en los recientes descubrimientos, el Ministerio Público solicitó a un laboratorio el perfil genético de Clarinha para comparar con el de la niña. El material genético fue enviado a la Policía Civil de Minas Gerais, que mantiene en archivo el perfil genético de los padres de la niña desaparecida en Guarapari. Las autoridades, al igual que el país entero, esperan la posible resolución de un caso tan trágico como intrigante.

Los detalles del misterio de Clarinha

Clarinha, como la llaman los enfermeros, fue ingresada en el año 2000.

La mujer identificada como "Clarinha" fue atropellada el 12 de junio de 2000 cuando, según testigos, huía de un perseguidor. Corrió hacia el medio de una concurrida avenida en el centro de Vitória y fue atropellada por un autobús, para ser trasladada al Hospital Estatal de Urgencias y Emergencias (HEUE) de São Lucas donde fue sometida a varias cirugías.

El médico y coronel Jorge Potratz, aunque retirado de su servicio, aún visita a Clarinha en el hospital. "Está aislada en la enfermería, incluso a pesar del Covid-19. Es un caso sin perspectiva, incluso con la amplia difusión", lamentó en diálogo con A Gazeta. Potratz también dijo que, a pesar del coma, Clarinha no necesita ser hospitalizada, permaneciendo en el hospital porque no tiene adónde ir.

Jorge Potratz, médico en el Hospital Militar, siguió el caso de Clarinha aún luego de retirado.

Sin tarjeta de identificación y huellas dactilares gastadas, no se puede localizar a un familiar. Clarinha tiene marcas de cesárea, lo que indica que ya tuvo un hijo. Según estimaciones de los profesionales, debe tener algo más de 40 años, edad que sería compatible con la de la niña secuestrada en 1976.

Pruebas de ADN

Desde que Clarinha llegó al hospital, sin documentos de identificación, se han realizado varios intentos para localizar a sus familiares. Personas de diferentes partes del país, que se acercaron al Hospital Militar bajo sospechas de un posible parentesco, se sometieron a pruebas de ADN en varias ocasiones.

El caso cobró mayor repercusión luego de un reporte periodístico en 2016, y 102 familias acudieron al MPES tratando de identificar a Clarinha como un posible familiar desaparecido. De este total, 22 casos llamaron más la atención, por las fotos o por la similitud de datos cercanos al perfil de la mujer hospitalizada.

Tras un cribado más detallado, señala el MPES, se descartaron cuatro casos, por incompatibilidad de información o porque las personas buscadas ya habían sido encontradas. El Ministerio Público dividió a las 18 personas restantes en dos grupos para realizar las pruebas de ADN. Sin embargo, los resultados demostraron ser incompatibles con los rasgos familiares.