Durante décadas, y especialmente en las décadas de los 80 y 90, Colombia sufrió el avance y crecimiento de diversas bandas dedicadas a la venta de estupefacientes, entre las que se destacaba la de Pablo Escobar. 

Henry Sanabria, uno de los jefes de la policía de Colombia, aseguró que en las fuerzas policiales utilizaron “maniobras de exorcismo para combatir a los jefes de bandas criminales, lo que ayudó a terminar con la vida del líder del narcotráfico Pablo Escobar”.

Sanabria quien se desempeña como director de la fuerza, indicó que estos rituales de exorcismo ayudaron a la fuerza a eliminar a los cabecillas del Clan del Golfo -la mayor organización de narcotráfico del país- y a los jefes de la guerrilla “Mono Jojoy” y "Alfonso Cano", máximo comandante de las FARC hasta su muerte. 

Además, manifestaron que los agentes acudían a la realización de exorcismos porque los líderes de estas bandas utilizaban “brujerías” con el objetivo de protegerse para poder desempeñarse sin inconvenientes por lo que estos procedimientos “eran los únicos con los que podían vencerlos”.

Los procedimientos para realizar los exorcismos

Uno de los líderes que sufrió un exorcismo fue Víctor Julio Suárez Rojas, conocido comúnmente como Mono Jojoy, que según las fuerzas policiales no pudieron vencer a su organización hasta que pudieron exorcizarlo. 

“La Policía hizo varias operaciones contra él y no pasaba nada; un sacerdote dijo: ‘Mire, es que ustedes no le están pidiendo a Dios, si ustedes no ponen sus actos en manos de Dios, eso no va a funcionar’", expresó.

En esa misma lógica, apuntó: "Entonces realizamos las sagradas eucaristías con ese propósito y, desde Bogotá, se hizo el exorcismo, es decir, cuando el capitán romano les dice a los ancianos: ‘Díganle a nuestro señor que cure a mi siervo’, Jesús le respondió: vamos, y el capitán le contestó: ‘No, no es necesario que vayas, con una palabra que tú digas bastará para sanarme’; ahí se crean los exorcismos a distancia”, afirmó Sanabria.

El referente de la policía colombiana destacó que el procedimiento de estos exorcismos eran bendecir las armas y mencionar la frase “disparen, pero recen” debido a que en algunos casos, los guerrilleros eran abatidos luego de que los policías rezaran un “padre nuestro”.

Pablo Emilio Escobar Gaviria fue el jefe del Cártel de Medellín, considerado una figura icónica de la década del 80 entre el contexto de la guerra entre cárteles o mismo contra el estado colombiano.