Sifan Hassan se convirtió en una de las figuras más impresionantes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 tras su demostración de fuerza y perseverancia en la competencia final de los 5.000 metros femeninos, en la cual obtuvo el primer puesto.

Sifan Hassan se quedó con la medalla de oro en los 5 mil metros (REUTERS/Dylan Martinez).

Millones de espectadores quedaron boquiabiertos con la sorprendente habilidad y destreza que tuvo la atleta para reponerse en poco tiempo de una estrepitosa caída en la pista, a raíz del tropiezo de una compañera keniana, y salir disparada hacia la meta como una gacela.

Tras haber quedado última en la carrera, la corredora de 28 años, quien además era la favorita de muchos por su trayectoria, logró imponerse a una velocidad deslumbrante y superó al resto de sus rivales en un tiempo de 4 minutos, 5 segundos y 17 centésimas.

El momento del tropiezo de Hassan con la keniana Hellen Obiri. (REUTERS/Phil Noble)

No caben dudas de que la actuación de Sifan Hassan parecía salida de una película de Hollywood por su fabuloso plot twist y la emoción que despertó en el mundo entero. Sin embargo, esta victoria, que la llevó a clasificar a las semifinales de los 1.500, tiene mucho más peso y emoción cuando se mira en conjunto con su dura historia de vida.

La velocista tuvo un pasado marcado por la lucha y el sacrificio. Con tan solo 15 años, llegó a los Países Bajos desde Etiopía, su país de origen, como una refugiada. El proyecto original que tenía en mente para poder echar raíces en su nuevo hogar era comenzar una carrera profesional como enfermera, pero con el paso del tiempo, comprendió que el atletismo era una actividad en la que verdaderamente le iba bien, y decidió dedicarse a este deporte luego de ganar algunas carreras en Eindhoven, su lugar de residencia.

Ya en el 2013, a la edad de los 20, obtuvo la nacionalidad neerlandesa y pudo competir internacionalmente. Fue entonces cuando empezó a repuntar en distintos certámenes europeos, hasta en el 2019 se proclamó doble campeona mundial, en 1.500 metros y 10.000 metros en el Mundial de Atletismo Doha. Pese a este gran logro, su reconocimiento estuvo opacado por la sanción de su entrenador, Alberto Salazar, por tráfico de estupefacientes.

Así todo, a comienzos de este año, la atleta de raíces etíopes consiguió superar el récord mundial de los 10.000 metros con un tiempo de 29:06:82, superando por más de 10 segundos a su coterránea Almaz Ayana. No obstante, este triunfo fue robado dos días más tarde por la también etíope Letesenbet Gidey.

Desde que aterrizó a Tokio para competir en los Juegos Olímpicos, Sifan Hassan tiene un solo objetivo en mente: conseguir el triplete de oro en las distancias de 1.500, 5.000 y 10.000 metros. Ya se llevo el oro en la segunda de esas pruebas, y ahora, este miércoles 4 de agosto, será el turno de medirse en las semifinales de los 1.500 metros.

Repasando su camino por las olimpíadas que se están llevando adelante, la atleta debutó el pasado viernes, en la primera ronda de los 5.000; al comienzo de esta semana, fue el turno de correr en la primera ronda de los 1.500 por la mañana, y por la tarde, en la final de los 5.000, donde salió campeona; finalmente, el miércoles correrá la semifinal de los 1500, el viernes 6 correría la final de esta instancia, y si se clasifica, el sábado 7 participará en la final de los 10.000 metros.