El conmovedor gesto de una mujer con su mejor amiga que era madre de seis hijos y murió de cáncer
Cuando Beth Laitpeck fue diagnosticada con esta enfermedad se apoyó en Stephanie Culley, quien siempre estuvo para sostenerla e incluso aceptó una petición muy especial que debía cumplir tras su fallecimiento.
Beth Laitpeck y Stephanie Culley se conocieron de adolescentes en la escuela secundaria e iniciaron un lazo de amistad que siguió hasta su adultez. Ambas se tenían presentes la una a la otra, tanto así que una le pidio a la otra que sus hijas "siempre llevaran moños en el pelo". Una de las amigas se encontraba hospitalizada por un cáncer de mama.
Laitkep tenía 38 años cuando fue diagnosticada. Era madre soltera de seis niños y murió a los 39. Antes de su muerte le pidió a su mejor amiga Culley, de su misma edad, que cuidara de sus tres hijas y tres hijos si llegara a fallecer.
La salud de Beth empeoraba y su marido la abandonó, pero allí estuvo Stephanie para sostener a su amiga. La mujer sabía que no le quedaba mucho tiempo y se preocupaba por el futuro de sus hijos. Ella quería que crecieran con alguien de confianza, porque sabía que cuidaría muy bien de Will, Selena, Jaxson, Dalla, Lily y Ace.
"Si un milagro no sucede y no lo logro, ¿podés tomar a mis hijos como tuyos?, fue la petición de Beth a su mejor amiga, según contó Stephanie a People.
Esto sucedió en el estado de Virginia, al sureste de Estados Unidos. Culley no dudo en aceptar la petición de su mejor amiga y así fue como los seis niños se mudaron a su casa junto a su esposo Donnie y sus tres hijos en la comunidad de Alton.
Los hijos de Beth continuaron yendo al hospital para visitar a su madre, el cáncer se había extendido a la columna vertebral y al cerebro, pero aún mantenían la esperanza de que saldría. Sin embargo, la mujer murió a los 39 años en mayo de 2016, pero recién ahora salió a la luz su historia y el mundo conoció el conmovedor gesto de la mejor amiga de su mamá.
"Yo siempre pongo un moño en el cabello de las niñas", contó Culley a People. Y recordó que a su amiga le aseguró que "nunca" podría reemplazarla pero que amaría a sus hijos como si fueran los de ella.
El matrimonio obtuvo la custodia legal de los niños dos meses después de la muerte de Beth. Esa amistad que inició en una escuela secundaria del condado de Halifax, Virginia, que siguió mientras compartían su trabajo en Walmart y las vio a ambas convertirse en madres fue el impulso para que Stephanie no dudara nunca de su decisión.
Si bien la mujer tenía cinco hermanos, ninguno contaba con espacio suficiente para brindarle a los seis niños, pero tanto su amiga como su esposo podían dárselo ya que trabajan como contratistas y tenía una casa con 10 habitaciones.
"Algunos de los niños tienen días malos, extrañan a su mamá. Y yo sólo respondo que lo sé y que todos lo hacemos. Pero al final nos tenemos el uno al otro. Sé que Beth está muy feliz y nos cuida" finalizó.