El Congreso de España aprobó el día jueves la ley de eutanasia, con lo que se convierte en el sexto país de mundo en tener una norma de ese tipo y el primero con una población mayoritariamente católica. La propuesta del Partido Socialista obtuvo un amplio respaldo en la Cámara, el mismo que se reflejaba en las encuestas que es en torno al 80% de la población. Resta la aprobación en el Senado, que se da por segura, y la ley entraría en vigor a inicios de 2021.

Según señala el texto de la ley, que obtuvo 198 votos a favor contra 138 en contra, pueden acogerse los pacientes con alguna dolencia irreversible, siempre que hayan manifestado su intención en cinco etapas del proceso y tenga el aval médico. Además, deben ser mayores de edad y haber residido en España por lo menos en los últimos 12 meses. Esto último es para evitar que lleguen pacientes terminales desde otras partes del mundo para terminar con su vida en España.

El proyecto de ley socialista había sido criticado en las etapas previas tanto por el Partido Popular como por Vox, ambos de derecha, que proponían como alternativa una ley basada en los cuidados paliativos, pero los socialistas consideraron que no tiene nada que ver una cosa con la otra.

"Saben que no aportan nada nuevo", puesto que los cuidados paliativos ya se hacen en España, sostuvo la ex ministra de Sanidad María Luisa Carcedo, que ejerció como portavoz socialista, y afirmó que las propuestas de PP y Vox sólo buscan "confundir el debate". Esta nueva ley "sólo pretende regular un nuevo derecho para quien quiera ejercerlo" y "no obliga a nadie", señaló Carcedo el pasado mes de febrero, cuando se inició el trámite parlamentario.

Ahora sólo resta la aprobación en el Senado, donde se espera que el trámite se realice sin inconvenientes. La eutanasia ya sido aprobada en Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y Nueva Zelanda.

El Congreso había rechazado en los últimos años en cuatro ocasiones anteriores tratar la cuestión. Pese a la penalización de la eutanasia, en España ya existía una ley de muerte digna que establece las condiciones a las que puede acogerse una persona en situación terminal, incidiendo en el derecho de los pacientes a recibir cuidados paliativos integrales.