Una mujer de la ciudad chilena de Rancagua avisó a la maestra de su hijo que el niño no participaría de la clase porque ella no tenía para darle el desayuno y quería evitar que pasara la mañana con hambre.

"Hoy no tengo pancito para que tome desayuno y para el almuerzo tengo para hacer un arroz, nada más. Así que para que no pase hambre, no lo quiero despertar temprano", escribió María Pilar Núñez, una mujer de 29 años, a la profesora.

La difusión de la nota conmovió a buena parte de la sociedad chilena, porque dejó a las claras la realidad social de ese país. Pero también movilizó a muchas personas y entidades que colaboraron de diversas formas para ayudar a la familia en cuestión.

"Le dije a la tía (profesora) Tania que mi hijo no iba a poder ir porque no tenía para darle el desayuno y para que no estuviera con hambre en la clase", contó María Pilar al noticiero de Teletrece.

La familia vive en una situación precaria. Ella hace changas en el hogar. Su marido, Cristian, es gasista pero su trabajo cayó desde el comienzo de la pandemia.

La primera reacción fue de la maestra, Tania Silva. "El mensaje me dio mucha pena y angustia. Mientras me preparaba para dar clase a los demás alumnos me preguntaba cómo podía ayudar, qué podía hacer", contó.

Su reacción consistió en armar una red de solidaridad que permitió a mucha gente colaborar con María Pilar y con sus hijos, de seis y cuatro años.  "Fue emocionante, no esperaba que la gente hiciera esto. Me ayudaron mucho", dijo la mujer.

 

Al tomar estado público la situación, el municipio de Rancagua visitó a la familia y llevó cajas de alimentos. Además anunció que entregará un subsidio para cubrir tres meses de alquiler de la vivienda. 

 

 

El multimillonario Leonardo Farkas, empresario que amasó fortunas gracias a la minería, se comprometió a ayudar: "Por favor, busquen y díganle a esa madre que no tiene dinero para darle de comer a su hijo y llevarlo al colegio, dónde le deposito un millón de pesos para que siga luchando por su familia".