Las víctimas de abuso sexual sufren un calvario que atraviesan en silencio, y cuando pueden hablar y poner en palabras el dolor, deben atravesar un proceso de revictimización ante una Justicia que, en la mayoría de los casos, no está capacitada para contener un caso de esta problemática y tampoco dar respuestas acorde a los daños y el sufrimiento que implica para la víctima. Tal fue el caso de Melany Mora Murillo, una joven de Costa Rica, que dio a conocer su historia en Twitter para encontrar un poco de "justicia", y sobre todo visilibilizar esta problemática que sufren miles de personas. 

A través de un hilo de Twitter, la joven manifestó su desazón tras no obtener un fallo judicial que le devuelva cierta paz, luego de sufrir un abuso sexual en el 2017.  El caso irá nuevamente a juicio en agosto del 2023.

Es que según expresó el fallo judicial, "llamó la atención a esta cámara que la ofendida preguntara cuando estaba en desarrollo su declaración, si no la iban a interrogar sobre la afectación que le había ocasionado el evento denunciado, de inmediato refirió una serie de afectaciones emocionales que dijo sufrir, que cambió su vida, pero que no son consecuentes con su comportamiento en juicio, donde se percibió como una persona empoderada y desinhibda".

"Me abusaron, esperé años por el juicio, conté mi historia mil veces a personas desconocidas y todo para que al final 3 juezas desestimaran mi testimonio por hablar de manera ´empoderada y deshinibida´. Sé que no sólo me ha pasado a mí, es injusto y desgarrador nuestro sistema", escribió la joven en en sus redes sociales. 

"En 2017 sufrí un abuso sexual y en el juicio no me creyeron. Llevo años queriendo contar mi historia pero hasta hoy me atreví. En este hilo les cuento razones por las cuales muchas personas no denuncian. Les agradezco mucho si comparten", dijo Melany Mora.

En ese contexto, escribió una reflexión en primera persona de porqué las víctimas de abuso sexual no se animan a denunciar ante la Justicia."¿Por qué las mujeres no denuncian? Primero, no es tan fácil. Es un proceso largo y revictimizante. Estos casos suelen durar entre 5 y 6 años en resolverse en los que hay que repetirle mil veces los hechos a personas que van y vienen y nos ven como un número más", sostuvo.

A continuación, manifestó: "2. Un gran número de casos no llegan a juicio porque en los delitos que suceden en la intimidad sólo queda nuestra palabra contra la suya. En 2020 el 68% de denuncias se desestimaron y en el 2015, de los 275 juicios por violación, sólo 125 (48%) resultaron en condenas".

En tercer lugar, puntualizó el "miedo" como otro factor. "3. Miedo a ser juzgadas, a que nos tachen de mentirosas, a que nos echen la culpa por cómo estábamos vestidas, por la hora, por andar solas. A mí me pasó de día, abrigada mientras iba a la U, en la sentencia pusieron en duda mi sufrimiento por sonar muy "empoderada".

"Y si se preguntan, "por qué no denunció antes?" "Por qué hasta ahora?" Porque las víctimas hablan cuando pueden y no cuando ustedes quieran A todas las víctimas las insto a alzar su voz para que nunca más sientan comodidad con nuestro silencio. No están solas", escribió a la chica. Y agregó: "Comparto esto con miedo pero con la ilusión de que otras víctimas puedan sentirse comprendidas y para que el resto de personas puedan ponerse en nuestros zapatos. Esta fue la primera vez que marché en un 8M, irónicamente empezó en el Parque Central donde sucedió todo".