Creía que su esposa lo engañaba, pero la verdad era mucho más grave
Un hombre de 54 años comenzó a sospechar de que su esposa le era infiel, por lo que su actitud y comportamientos comenzaron a cambiar al punto de volverse paranoico. Sin embargo, una situación alarmante desencadenó en un descubrimiento mucho peor. Enterate todos los detalles de esta historia.
Andy Hamilton es un hombre de 54 años, oriundo del Reino Unido, que luego de estar durante ocho años con Gemma, decidió hace tres contraer matrimonio con ella. Sin embargo, un día las cosas cambiaron para la pareja, ya que Andy comenzó a sospechar lo peor: que su esposa le era infiel. De esta manera, la personalidad de él comenzó a cambiar y se volvió más paranoico que nunca.
Gemma, de 37 años, por su parte, no entendía por qué su esposo cambió tan repentinamente en su comportamiento, ya que pasó de ser un hombre cariñoso y dedicado a su familia, a ser distante, desinteresado y frío con los demás, lo cual desencadenó que la dinámica dentro del círculo familiar cambiase.
Comportamientos cada vez más inusuales
Una de las actitudes que más llamaron la atención a la familia de Andy fue que cuando se produjo el nacimiento de su cuarto hijo llamado Henley, el hombre se quedó dormido como si la llegada al mundo de su último hijo no mereciera su interés.
A partir de este hecho, los familiares notaron que Andy dejó de interesarse por el cuidado de sus otros hijos y de su esposa, siendo este un comportamiento completamente inusual por parte de él.
“Le pedía a Andy que le cambiara el pañal a Henley (su hijo), a lo que él decía que le dolía la cabeza y que yo tenía que hacerlo. Al principio pensé que era una excusa y que estaba luchando por adaptarse a la vida con dos nenes pequeños. (...) Su paranoia le hizo creer cosas que no eran ciertas.”, contó Gemma al diario “The Sun”.
Otro indicio de que algo no estaba bien con Andy fue cuando en un lapso de tres meses este empeoró, al punto de que sus episodios de confusión comenzaron tener una frecuencia diaria y a ser violentos.
Andy seguía convencido de que Gemma lo seguía engañando y aunque ella intentaba de mil maneras de decirle que eso no estaba sucediendo, el hombre se contradecía él mismo y le manifestaba a su esposa que sabía que ella no era capaz de engañarlo y que “todo eso estaba en su cabeza, pero no podía detener esos pensamientos”.
La situación llegó a su punto crítico cuando un día Andy estaba haciendo la cama, pero de repente se olvidó cómo sacar el acolchado. Este suceso no sólo preocupó a su familia, sino que él mismo tomó conciencia de que algo ya no estaba bien y que debía consultar al médico de inmediato. Y así fue, pero de camino a la consulta con un especialista, Andy se descompuso y tuvo que ser trasladado a un hospital porque existía la sospecha de que se podía tratar de una infección.
La terrible verdad
Luego de que en un período de 24 horas la condición de Andy empeorara notablemente, los médicos le hicieron una serie de análisis, los cuales arrojaron la verdad en un doloroso resultado: Andy tenía un tumor cerebral de glioblastoma (GBM), un tipo de tumor agresivo y de rápido desarrollo que es frecuente en la gente adulta.
Andy fue sometido de urgencia a una cirugía para reducir el volumen del cáncer acompañado de seis semanas de sesiones de radioterapia y quimioterapia combinadas. “Inmediatamente después de la operación, el humor de Andy cambió y su personalidad se parecía al viejo Andy”, contó Gemma al medio británico.
En la actualidad, el hombre de 54 años todavía se encuentra luchando contra la terrible enfermedad, mientras realiza sesiones de quimioterapia para lograr recuperarse.
“Nos sentimos mejor sabiendo que había algo a quien culpar por el comportamiento de Andy y que no era nuestro matrimonio el que se estaba desmoronando”, expresó su esposa.