El covid aún sigue siendo una preocupación para distintos países, principalmente en donde se registran rebrotes de casos. A medida que avanza el proceso de vacunación, también sigue el avance de las investigaciones sobre la enfermedad. En este ocasión, un estudio científico reveló que las personas que se recuperaron de la enfermedad, han presentado daño cerebral asociado al Covid-19. Algo que puede ser comparado a una década de envejecimiento. 

La pandemia de coronavirus ha tenido un gran impacto en el mundo. En los últimos años, se han logrado importantes hallazgo en el campo científico para conocer más una enfermedad que ha tomado por sorpresa a las autoridades sanitarias mundiales.

En esta oportunidad, la investigación fue dirigida por unos investigadores de la Universidad de Oxford. Los mismos publicaron, en la revista Natura, un estudio en donde se usan imágenes de resonancia magnética, las cuales fueron tomadas antes y durante la pandemia para comparar los cambios morfológicos en los cerebros de las personas que se recuperaron de casos de covid, en su mayoría leves, con aquellos que no lo habían contraído.

En la investigación, se identificaron daños cerebrales asociados con Covid meses después de contraer la infección, parte está relacionada con el olfato, y una atrofia equivalente a una década de envejecimiento normal. Los cambios también fueron relacionados con el deterioro cognitivo, según el estudio.

En ese sentido, se han publicado diversos estudios que permitieron demostrar que el SARS-CoV-2 puede causar síntomas neurológicos y psicológicos significativos en las personas. No obstante, en la mayoría se centraron en pacientes con casos moderados y graves. Algo que tambien sucede en esta investigación, pero que se añaden los casos leves.

Gwenaëlle Douaud, profesora asociada del Departamento de Neurociencias Clínicas de Nuffield en Oxford y autora principal del artículo, explicó que la pérdida excesiva de volumen cerebral que se observaron en los escáneres cerebrales realizados puede equivaler a un año adicional de envejecimiento.

"Eso suena muy aterrador”, resaltó la investigadora. Pero también reconoció que nadie puede predecir que esto genere afecciones neurodegenerativas crónicas o sufrir demencia u otras complicaciones. "Aunque se trata de daños cerebrales, es posible que sean reversibles. Pero da un poco de miedo porque se trata de personas levemente infectadas", manifestó.

Esta afirmación de la investigadora se debe que el cerebro es “plástico”, lo que significa que posee la capacidad de reorganizarse formando nuevas conexiones neuronales para compensar las lesiones.

Por último, Douaud y su equipo basaron investigación en una rica fuente de datos: el Biobanco del Reino Unido. Antes de que comenzara la pandemia de coronavirus, esta gigantesca base de datos ya tenía decenas de miles de resonancias magnéticas cerebrales de personas en Gran Bretaña, junto con respuestas a encuestas sobre sus dietas y estilos de vida y resultados de pruebas de función cognitiva.