Calentamiento global: el hielo del Ártico se derrite más rápido de lo que se creía
Un nuevo estudio alertó sobre el ritmo al que se reduce el casquete del océano ubicado en el extremo norte del planeta, entre un 70% y 100% superior al que estimaban los científicos. Esto impide su rol como regulador de la temperatura en las regiones costeras.
El hielo en las zonas costeras del Océano Ártico se está derritiendo hasta el doble de rápido de lo que se estimaba anteriormente. Así lo señaló un estudio publicado por el University College London (UCL), con preocupantes implicaciones para el calentamiento global.
Según la investigación, el hielo en las principales regiones costeras se está reduciendo a un ritmo de entre 70% y 100% más rápido que el consenso al que había llegado la comunidad científica. Los detalles fueron publicados por la revista especializada The Cryosphere.
Retraso alarmante de la congelación del océano Ártico: a finales de octubre de 2020, por primera vez desde que existen registros, el mar de Laptev (Siberia), cuna del hielo ártico, no ha empezado a congelarse https://t.co/ORN8m1UFuK
— Paco Heras (@PacoHerasHern) October 26, 2020
Los autores del estudio utilizaron un satélite de la Agencia Espacial Europea para calcular la altura del hielo sobre el agua y deducir su grosor total real, complementando esta estimación con un nuevo modelo de cálculo del espesor de la nieve, desarrollado con la Universidad Estatal de Colorado, en Estados Unidos. Así pudieron calcular la tasa global de pérdida de hielo.
Hasta ahora, los estudios consideraban la altura del hielo sobre el agua. Pero "ahora la capa de hielo se forma cada vez más tarde en el año, por lo que la nieve que la cubre tiene menos tiempo para acumularse", explicó el doctor Robbie Mallett, que dirigió el estudio. "Nuestros cálculos tienen en cuenta esta disminución por primera vez y sugieren que el casquete se está derritiendo más rápido de lo que pensábamos", agregó.
La profesora Julienne Stroeve, coautora del estudio, arriesgó en base a los datos que el Ártico se está calentando tres veces más rápido que la media global. "El hielo más grueso actúa como una manta aislante, impidiendo que el océano caliente la atmósfera en invierno y protegiéndolo del sol en verano. Un hielo más fino, en cambio, tiene menos posibilidades de sobrevivir al verano", sugirió.