Un cura católico fue asesinado este lunes en  Francia por un refugiado ruandés, que estaba a espera de juicio por haber prendido fuego hace justo un año a la catedral de Nantes.

La fiscalía anunció la apertura de una investigación por "homicidio involuntario" y descartó por completo que sea terrorista.

El ministro del Interior francés, Gerald Darmanin, se manifestó en sus redes sociales al respecto. "A pedido del presidente de la República, vine a llevar a los monfortianos un mensaje de apoyo, amistad y fraternidad. Atacar a un hombre de Iglesia es atacar el alma de Francia", afirmó.

"Algunos cedieron a la tentación de la demagogia, de la polémica política el mismo día de la muerte de este sacerdote valiente y caritativo. El presunto asesino no pudo ser deportado debido a la revisión judicial a la que fue sometido", añadió.

El religioso le había dado hogar a su presunto homicida desde que este fue puesto en libertad condicional, el pasado 31 de mayo, mientras esperaba su proceso por el incendio de la catedral. 
El 20 de junio sin embargo, fue ingresado en un hospital psiquiátrico, donde permaneció hasta el 29 de julio, momento en que volvió a residir en la comunidad religiosa.
El hombre habría prendido fuego la catedral gótica de Nantes el 18 de julio de 2020.

Cómo sucedió el violento crimen

Emmanuel Abayisenga entró en horas de la mañana en la gendarmería de Mortagne-sur-Sèvre, al sur de Nantes, y "entregó una llave, diciendo que había que había que meterlo preso".

Los gendarmes fueron a buscarlo al centro religioso donde residía el sospechoso desde hacía unos meses y se toparon con una habitación cerrada con la llave que les había entregado el autor confeso.

Una vez que lo abrieron se encontraron con el cadáver de Olivier Maire, superior provincial de los misioneros de Montfortains, de 60 años, tal como había confirmado previamente la diócesis local.

El fiscal no confirmó las versiones de algunos medios según las cuales el sacerdote presentaba varios golpes.

Quién es Emmanuel Abayisenga

 Abayisenga tiene 40 años y estaba a la espera del mencionado proceso judicial por el hecho que el 18 de julio de 2020 provocó daños estructurales importantes en el templo.

Es un refugiado ruandés que, según se dijo el año pasado, llevaba en Francia desde 2012 y trabajaba como monaguillo de la catedral.

Estaba bajo orden de expulsión desde marzo de 2020, pero su imputación en el incendio detuvo el procedimiento, ya que estaba pendiente de ser procesado.