Las impactantes imágenes de Washington conmocionaron en la tarde de este miércoles al mundo entero. La certificación de la victoria presidencial de Joe Biden pasó a desarrollarse en una capital sobrepasada por manifestantes nacionalistas que tomaron el Congreso, mientras los legisladores eran evacuados en medio de un caos que terminó con un muerto.

Todo comenzó cuando un grupo de legisladores republicanos había anunciado que, en un acto poco común, objetarían a la certificación de los votos del Colegio Electoral de los estados donde Donald Trump denunció fraude electoral y sufrió sucesivas derrotas en la Justicia.

No tenían los votos para aprobar esas objeciones, como requiere la ley. Sin embargo, convirtieron a esa iniciativa en una última batalla antes del traspaso de mando el próximo 20 de enero.

Simpatizantes de Trump comenzaron a tomar las inmediaciones al Capitolio (Télam).
Alcanzaron a tomar el frente del Congreso y luego ingresaron (Télam).

La tensión hacia la tarde escaló a tal punto que el propio Trump presionó por Twitter a su vicepresidente y el hombre encargado de liderar la sesión conjunta de la certificación, Mike Pence. El funcionario le respondió con un breve comunicado que no tenía "la autoridad unilateral" para rechazar los votos emitidos en diciembre por el Colegio Electoral.

Ante esa respuesta y cuando los republicanos aliados de Trump comenzaban a retrasar la sesión con la primera objeción a los resultados del estado de Arizona, Trump hizo una última arenga frente a los miles de simpatizantes que concentraban en el centro de la capital, sin tapabocas pese al nuevo pico de contagios y muertes por coronavirus que atraviesa el país.

Primero fueron empujones, después forcejeos más fuertes y de repente, la marea humana de manifestantes había tomado por completo las escalinatas del frente del Capitolio y cientos de personas irrumpían por puertas y ventanas al interior.

No está claro si hubo una orden de no reprimir -la Policía local informó solo 13 detenciones-, pero lo cierto es que las fuerzas de seguridad no reaccionaron una vez que los manifestantes entraron al Capitolio.

Algunos disfrazados, otros con banderas y unos pocos con pancartas se pasearon libremente por pasillos, se sentaron con los pies en los escritorios de los legisladores más poderosos del país y hasta dejaron un papel con un mensaje amenazante a la presidenta de la cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi: "No daremos un paso atrás".

Los manifestantes se pasearon libremente por los pasillos (Télam).
Algunos manifestantes aparecieron disfrazados (Télam).
El mensaje amenazante que le dejaron a la demócrata Nancy Pelosi (Télam).

Una vez que los congresistas, senadores y el propio vicepresidente Pence fueron evacuados, los manifestantes llegaron a instalarse en el corazón del Congreso: los recintos de las dos cámaras, según mostró el canal de noticias CNN.

En el momento de mayor tensión, la intendenta de la capital, la demócrata Muriel Elizabeth Bowser decretó un toque de queda desde las 18 del miércoles (las 20 en la Argentina) hasta las 6 de este jueves y luego se movilizó el FBI, la Guardia Nacional de Washington DC y del estado vecino de Virginia y todo tipo de fuerzas federales, algunas vestidas con equipo antidisturbios.

En un episodio poco claro, la Policía informó que una mujer recibió un disparo dentro del Capitolio en medio del caos y aunque fue trasladada a un hospital, murió poco después, según informó a la prensa el vocero de la Policía local, Dustin Sternbeck.

Al mismo tiempo que las sirenas de patrulleros inundaron las avenidas que desembocan en el Capitolio, las voces de dirigentes oficialistas y opositores, analistas y medios que pedían un freno político a la espiral de violencia se empezaron a acumular.

Muy gradualmente y siempre sin ninguna reacción violenta por parte de las fuerzas de seguridad, los manifestantes empezaron a abandonar ordenadamente el Capitolio y, al caer la noche, la Policía y las fuerzas federales habían conseguido que la mayoría de los simpatizantes de Trump se fueran del predio de la sede del Congreso.

Los senadores debieron ser evacuados en medio del caos (Télam).

Fuente: Télam