Por Gabriel Arias

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La llegada del coronavirus a todo el mundo no sólo trajo víctimas fatales, contagiados y grandes pérdidas económicas, sino que puso en jaque a los creyentes de todas las religiones, y el caso más emblemático en nuestro país se verá en la jornada de este viernes, ya que la tradicional celebración de San Cayetano, Santo de la Providencia y Patrono del Pan y del Trabajo, no tendrá sus multitudes para pedir y agradecer, sino que todo será vía Internet y con las calles del barrio de Liniers vacías.

Respecto de esta histórica situación, el padre Miguel Ángel Moreyra le comentó a Crónica que "estamos viviendo algo atípico y me hubiera gustado poder celebrarlo con la gente como todos los años, pero esto crea una sensación bastante extraña, como ha pasado en muchos lugares de grandes santuarios como el nuestro que han tenido que actuar de manera virtual".

Cabe destacar que el lema para este año es "Junto a San Cayetano confiamos en Dios y nos ponemos en sus manos", y si bien el templo ubicado en la calle Cuzco al 100 estará cerrado al público, se supo que habrá un escenario especial en el cual el arzobispo de la ciudad de Buenos Aires y primado de Argentina, Mario Aurelio Poli, presidirá la misa central a las 11 y la misma podrá ser vista a través de los canales de Facebook (Santuario San Cayetano Liniers) y YouTube (Santuario San Cayetano), aunque también se podrá escuchar por Radio Pan y Trabajo (FM 107.1).

En tanto, desde el pasado 29 de julio hasta el día jueves, 6 de agosto, se llevó a cabo la Novena, que es la preparación para la festividad de este viernes, en la cual los sacerdotes se prepararon espiritualmente acentuando cada jornada con una intención específica por la que se rezó.

¿Cómo será la atípica celebración?

Volviendo a la jornada de este viernes, a las 0 se produjo la apertura simbólica de las puertas del Santuario de San Cayetano y una misa presidida por el obispo auxiliar de la zona de Devoto, monseñor Juan Carlos Ares. A las 19 habrá una misa celebrada por los sacerdotes del santuario.

Respecto de este tema, el padre Moreyra dijo que "durante el día vamos a tener, cada hora, bendiciones e intercalando durante la jornada el recorrido que normalmente hace el peregrino cuando viene. Lo vamos a hacer nosotros en nombre de todos los peregrinos y les decimos el mensaje que transmitimos, que esta vez cada casa se hace capilla de San Cayetano, y nosotros sentimos que en lugar de ir nosotros a peregrinar a San Cayetano, es el santo quien que va a nuestras casas a peregrinar".

El estará altar vacío este 7 de agosto (Crónica/Hernán Nersesian).

Si bien las puertas del templo están cerradas desde el inicio de la pandemia, los servicios de ayuda a la sociedad siguieron adelante por parte de los sacerdotes de la parroquia. De hecho, Moreyra argumentó con suma tristeza que "el comedor está a tope, si bien el templo estuvo cerrado, el servicio continuó y todavía aumentó más, porque no sólo se le da la cena a la gente y se la atiende dos veces a la semana, con ropa, alimentos y medicamentos, entre otras cosas. Lo terrible de esta situación es que mucha gente que se quedó sin trabajo viene al santuario, y eso es muy doloroso, porque viene con mucha timidez y vergüenza pensando que están obrando mal en esta situación tan tremenda".

El santo

Es sabido lo que significa San Cayetano para nuestro pueblo tanto a la hora de pedir como de agradecer, pero poco se conoce de quién fue el hombre que se transformó en santo en el siglo XVII.

Cayetano de Thiene nació el 1º de octubre de 1480 en la ciudad italiana de Vicenza, y tras estudiar en la Universidad de Padua, se distinguió en teología, derecho civil y canónico. Su vocación lo llevó a ser nombrado como secretario del papa Julio II, y la muerte de este hizo que ejerciera el sacerdocio y se ordenara en 1516.

En la capital italiana fundó la Cofradía del Amor Divino, asociación de clérigos que promovía la gloria de Dios; luego ingresó en el Oratorio de San Jerónimo que seguía su línea de obra pero que incluía a laicos pobres.

A pesar de las críticas, Cayetano continuó con su obra e incluso atendió a pacientes con enfermedades despreciadas en esa época. Ya en la ciudad de Venecia implantó la bendición con el Santísimo Sacramento y animó a la comunión frecuente. A pesar de que la cristiandad pasaba por un momento crítico, Cayetano incentivaba una reforma de vida y costumbres en la Iglesia, pero sin dividirla.

En Roma fundó la Orden de Clérigos Regulares Teatinos que buscaba la renovación del clero, predicación de la doctrina, cuidado de enfermos y restauración del uso frecuente de los sacramentos. Más tarde creó los "Montes de Piedad" junto al beato Juan Marinoni, que buscaba liberar de la miseria a pobres y marginados.

Al final de su vida abrió hospicios para ancianos y desvalidos, y murió el 7 de agosto de 1547 en Nápoles, a los 77 años, dejando un legado en la Iglesia. En tanto, Cayetano fue beatificado el 8 de octubre de 1629 por el papa Urbano VIII y canonizado el 12 de abril de 1671 por el papa Clemente X.

#UnSanCayetanoEnCasa, el mensaje de Crónica