Autoridades del gobierno de Italia prometieron este lunes investigar a fondo la caída de la cabina de teleférico en Stresa, al norte del país, que el pasado domingo causó la muerte de 14 personas.

La fatalidad tuvo lugar el mismo día en el que Italia autorizó la apertura de las instalaciones para turistas en toda la península tras meses de cierre por las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus.

“El teleférico accidentado estuvo cerrado entre 2014 y 2016 por trabajos de renovación y mantenimiento”, según un cable de la agencia AFP.

Cabe aclarar que el único sobreviviente de la tragedia es un nene de 5 años, que se encuentra “hospitalizado en Turín, con traumatismo craneoencefálico y fractura de piernas”.



Así las cosas, el director del hospital, Giovanni La Valle, comentó al diario local La Repubblica: "Su estado es crítico, pero tenemos esperanzas. Las próximas 48 horas son cruciales".

En tanto que Enrico Giovannini en conferencia de prensa realizada desde el lugar del accidente aseguró que van "a arrojar luz sobre todas las circunstancias que rodearon lo sucedido. Creamos un comité especial para ello".

En esta línea, la fiscalía de Milán abrió una investigación por "homicidio involuntario y negligencia", precisaron los medios locales según fuentes consultadas.

Detalles de la tragedia

El accidente se produjo cerca de las 12.30 hora local a 100 metros de la última estación de altura del teleférico, que cubría el recorrido desde el lago Mayor hasta la montaña de Mottarone, de 1.490 metros, con 15 personas en su interior, según un comunicado del Ministerio de Infraestructuras y, según las primeras evaluaciones, la causa habría sido la rotura de un cable.

Se detalló que “la cabina se desplomó desde unos 15 metros y luego rodó por una parte de la ladera antes de estrellarse contra un árbol” y que por ahora “ha sido descartado un problema de sobrecarga, ya que esas cabinas pueden transportar más de 35 pasajeros”.

De acuerdo a la información brindada por AFP, “muchas críticas han llovido contra el estado de la infraestructura en todo país, y muchos recuerdan el colapso en 2018 del puente Morandi en Génova, que dejó 43 muertos”.



Por su parte, Carlo Rienzi, presidente de Codacons, la mayor asociación de consumidores del país dijo: "Es evidente que en nuestro país algo no funciona en el sector de los controles de la seguridad del transporte".

En tanto, el ministro de Transportes que se reunió este lunes también con las autoridades locales y regionales, dijo que "todas las instituciones están trabajando juntas no solo para evitar que esto se repita sino también para ayudar a los afectados y sus familiares”. Y luego agregó que: “Es importante entender la dinámica de lo ocurrido".

En Europa se produjeron varios accidentes mortales con teleféricos, góndolas y funiculares durante los últimos 50 años, precisaron.