Por Francisco Nutti
@franNutti

Después de un año y medio complicado por las restricciones ante la pandemia del coronavirus, el sector gastronómico comenzó en los últimos meses un regreso escalonado a la normalidad. Si bien varios restaurantes, pizzerías y bodegones se quedaron en el camino, quienes lograron subsistir ofrecen promociones para incentivar la llegada de clientes.

Crónica realizó un relevamiento por diferentes barrios de la ciudad de Buenos Aires para constatar cuánto cuesta salir a almorzar en medio de la crisis económica que aprieta el bolsillo de muchos argentinos.

En la mayoría de estos lugares, sentarse a comer no baja de los $800 por persona y, para una familia de cuatro, darse el gustito por menos de $2.500 es difícil de conseguir.

De acuerdo a lo recabado, una milanesa para dos personas con guarnición en un bodegón de Nuñez cuesta $1350, mientras que la gaseosa de litro y medio alcanza los $390. A su vez, un flan casero con crema o dulce de leche en ese mismo salón cotiza $350. Por lo tanto, es posible que dos amigos o una pareja pueda concurrir a cenar por poco más de $2.000, una cifra sumamente accesible en estos tiempos.

Los bodegones de barrio son los más elegidos por las familias. (Hernán Nersesian)

"El promedio del cubierto en Bodegón Nuñez está entre $1.000 y $1.200", señaló en diálogo con este medio Mariano Rektor, dueño del restaurante situado en Arribeños 3198. En ese sentido, destacó que "medio pollo al verdeo con guarnición ronda en los $1350, y un plato de pastas que incluye salsa y es para compartir se puede conseguir a $950".  

"Para estas vacaciones de invierno tenemos buenas expectativas. La gente en su mayoría no va a viajar al exterior este año, con lo cual es posible que se gaste el dinero en esparcimiento local" agregó el comerciante.

  

Asimismo, en un restaurante típico de San Telmo, es posible consumir un sandwich de ternera con tomate, lechuga y salsa criolla por $600, en tanto un bife de chorizo con papas, vegetales asados, ensalada mixta y chimichurri puede llegar a los $1.300, un plato que en otro barrio como Puerto Madero o Palermo puede obtenerse por un precio mucho más elevado. En conclusión, en este barrio porteño es viable almorzar por $1.600 por persona

Por su parte, en una pizzería de Caballito, una grande de muzarella cuesta $470, aunque el valor aumenta demasiado cuando la prepizza lleva fiambre o huevo. Por ejemplo, una de jamón y queso ronda en los $630, mientras que la de roquefort oscila en los $680. Allí, la porción de rabas está a $480 y la lata de cerveza de 500 cc a $150. 

Comer pizza, una buena opción

"Con dos pedidos comen cuatro o seis. Comer pizza sigue siendo una buena opción", dijeron a Crónica desde la Asociación de Propietarios de Pizzerías y Casas de Empanadas (Appyce). 

Según un relevamiento de esa entidad, el 32% de los clientes de la Capital Federal y el conurbano bonaerense consume pizzas de muzarella, el 23% de jamón y morrón, el 21% de napolitana, un 13% prefiere de fugazzeta y el resto se conforma con otros sabores. 

Comer una pizza entre dos es una buena opción en tiempos de crisis. (Jonatan Moreno)

Buenas expectativas 

Fabián Castillo, presidente de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba), expresó que si bien no tiene los resultados de este fin de semana largo que todavía no concluyo,  es seguro que "va a ser mejor que el año pasado cuando estaba todo cerrado", tras aclarar que a las mediciones las hacen con respecto al 2019 , "que ya había sido malo con respecto a otros años"