Para convertirse en una nación libre y soberana, cada región de este mundo tuvo que atravesar su propia historia, aunque en la mayoría de ellas tuvo que hacerlo a base de sangre, revolución y patriotismo.

En nuestro caso se puede decir que la concreción de la Revolución de Mayo es una de ellos, porque fue el puntapié inicial para lograr la independencia de nuestra nación seis años más tarde.

Para llegar a este acontecimiento, se presentaron varios antecedentes que tuvieron una importancia, como por ejemplo que en 1806 y 1807, los criollos enfrentaron dos invasiones inglesas con resultado victorioso e impidió el objetivo de la corona sajona.

Mientras tanto, en Europa los constantes combates por parte de Napoleón Bonaparte frente a los ejércitos ingleses, españoles, portugueses y prusianos, encarnecían la situación en el "viejo continente", con resultados alentadores para el futuro emperador francés. De hecho, el triunfal ingreso del general galo, Horace Sebastiani, a la ciudades españolas de Sevilla, Granada y Córdoba, entre otras, no hizo más que alentar el ingreso de Bonaparte como gobernante de ese país y ésto confirmó el derrocamiento del rey español Fernando VII, quien además estuvo detenido en su propio palacio.

De este lado del "charco", varios países de nuestro continente no soportaban la situación de opresión realista, y ese cansancio, comenzó a dar lugar a las batallas por la indepedencia. Desde México, bajos las órdenes del cura Miguel Hidalgo, pasando por la Gran Colombia donde Simón Bolívar era su gran símbolo de lucha, hasta a la parte más austral de América, donde el deseo de libertad era cada vez más grande, aunque pocos se animaban a dar el gran paso, porque la denominada "Patria Vieja" chilena no fue tan fuerte para repeler los ataques españoles, y en la Banda Oriental, José Manuel de Artigas no constituía un peligro importante para los invasores.

Baltasar Hidalgo de Cisneros: último virrey español

En el Virreinato de la Plata, la presencia del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros era el obstáculo que tenían los patriotas para soñar con un "país propio", pero el paso del tiempo llevó a un grupo de hombres a revertir esa situación. Las reuniones a espaldas del funcionario español se daban en la "Jabonería de Vieytes" (hoy estaría ubicada en la calle México al 1.500), la casa de Mariquita Sánchez de Thompson o cualquier sitio que permitiera escuchar y aportar ideas para concretar ese anhelo, todo era clave desde información hasta la donación de dinero para la causa.

Con la decisión tomada por aquellos hombres y mujeres, ese grupo de patriotas inició la llamada "Semana de Mayo" y le solicitaron al virrey la apertura del Cabildo para debatir diversas ideas, tras la controvertida aceptación de Cisneros, los debates comenzaron a tomar forma y aquel 25 de mayo de 1810 se realizó la Apertura total del Cabildo, en la cual estaban habilitar para votar 450 votantes, aunque la tensión que se respiraba en el lugar hizo que en la cita figuren 251 miembros. De esos sufragantes, 155 pidieron la renuncia del virrey Cisneros, 60 votaron en contra y 27 se abstuvieron de dar su voto.

¿Quiénes integraron la Primera Junta?

Este resultado marcó el final de la intervención del funcionario español en el poder y el ingreso de la Primera Junta de Gobierno, cuyos nueve miembros fueron Cornelio Saavedra (presidente), Manuel Belgrano, Juan José Castelli y Miguel de Azcuénaga, Manuel Alberti, Domingo Matheu y Juan Larrea (vocales) y Mariano Moreno y Juan José Paso (secretarios), pero hay detalle particular y que tres de ellos no eran argentinos.

Saavedra nació en la localidad boliviana de Potosí, o sea, que el “primer presidente argentino” era de nacionalidad boliviana, Larrea era oriundo de la ciudad española de Mataró (en la provincia de Cataluña) y Matheu había nacido en la ciudad de Barcelona (también Cataluña), por lo que los destinos de nuestra patria fueron iniciados por tres extranjeros y seis compatriotas.

Además existía una importante diferencia en cuanto a la edad, ya que el miembro más joven era Larrea con 27 años y el más longevo fue Miguel de Azcuénaga con 55. En cuanto a sus profesiones, la mayoría eran abogados, aunque también había militares, comerciantes, periodistas y un sacerdote, con lo cual todos los extractos buscaban ir independizándose de la “madre patria”, situación que se logró 6 años más tarde, pero esa es otra historia...