La muerte de Diego Armando Maradona era un temor que comenzó a manifestarse en los chats de su staff médico algunos meses antes del pasado 25 de noviembre, cuando el Diez dejó de existir en su habitación de la casa del barrio privado San Andrés de Tigre.

Qué podría pasar si el ídolo muriera y si la autopsia revelaría el consumo de marihuana facilitado por su entorno eran las dos principales preocupaciones de sus colaboradores. Entre ellos estaba el neurocirujano Leopoldo Luque, quien manifestó cómo sería su estrategia para deslindar responsabilidades, en caso de fallecer Maradona.

Así se ve reflejado en una conversación del 25 de abril de 2020, exactamente siete meses antes del trágico final, dada a conocer por Infobae, en la que Luque le envía un audio a Vanesa Morla, quien se encargaba de las finanzas en la casa de Diego, contándole que iba a preparar una historia clínica con todos los papeles bien ordenados porque, según expresa, “Diego la puede quedar en cualquier momento”.

“Voy a armar una historia clínica, bien armada. Necesito las fechas de todos los días que yo fui, desde la primera vez que fui y lo que hizo él en el medio también. Esa información. Potencialidades de muerte, él inminentes no tiene. Tiene una enfermedad crónica que es el alcoholismo, que sé yo. Responsabilidad no me cabe, pero si se llega a tirar alguien, ponele la familia en mi contra, la hija quien sea... los papeles tienen que estar bien ordenados. Ese es el punto. Me enviás eso el lunes y yo ya me pongo en campaña, armo todo”, dijo el neurocirujano.

Y cerró: “Y lo que vamos a hacer firmar a Diego es un consentimiento donde se le explica el tratamiento, los pros y los contra y si está de acuerdo o no. Y el eso lo tiene que firmar. Que se firme que él es consciente de todo: que no debe tomar alcohol, de que eso le afecta, de lo que se le explica, que se le solicita salud mental y él no quiere. Todo”.

Otro intercambio revelador ocurrió el pasado 14 de agosto, tres meses antes de la muerte, entre Maximiliano Pomargo, asistente de Diego, que se encargaba de controlar sus teléfonos y filtrar llamados de familiares o amigos, según testigos; y Luque.

Que le siga dando porro Charly que vamos a salir hasta en Billiken. Es peligroso para todos. Volamos todos", le escribió Pomargo a Luque en relación a Carlos Ibáñez, primo de Rocío Oliva, prófugo por robo. “Hay que rajarlo. Esta semana tiene que volar”, le responde el médico y remata la charla con sus especulaciones sobre una posible necropsia si moría el astro futbolístico: “Eso autopsia si muere. sabelo”.

Los chats entre Luque y Pomargo meses antes de la muerte de Maradona.

La insistencia sobre la autopsia era uno los temas que más preocupaba a Luque desde hacía meses. El 25 de mayo, el médico intercambió con el supuesto kinesiólogo de Maradona, Nicolás Taffarel, que era el encargado de informarle al neurocirujano lo que pasaba en la casa: “El otro día le dije a Charly (Ibáñez) que era un peligro la mezcla (de alcohol, marihuana y pastillas) y que si le pasaba algo quién se hacía cargo. Porque si se muere le van a hacer una autopsia para ver qué le pasó, escribió Taffarel. “Yo le voy a decir lo mismo”, cierra Luque.

Los chats entre Luque y Taffarel meses antes de la muerte de Maradona.

Las pericias toxicológicas finalmente revelaron que Maradona no tenía rastros de alcohol o marihuana en el cuerpo al momento de su muerte. Tanto los chats como los audios, incluidos en el expediente, formarán parte de las pruebas que evaluaran en la junta médica que comenzará el próximo lunes 8 de marzo y que se extenderá por unos 15 días.