Afrodescendientes en Argentina: ¿Cómo y dónde viven?
La comunidad San Félix se ubica en lo profundo del interior santiagueño.
Por Mariano Cerrato
@MarianoDCerrato
La comunidad de San Félix, en la provincia de Santiago del Estero, pertenece a un pequeño pueblo situado en una zona de montes con no más de 200 personas y de solo 60 casas. Su particularidad especial que se mantiene a lo largo del paso del tiempo y que expresan con orgullo como parte de su identidad, como algo propio, es su afrodescendencia.
El lugar donde están ubicados pertenece al departamento de Jiménez, a unos 130 kilómetros de la ciudad capital de Santiago del Estero, que es considerado el “corazón” de una serie de poblados cercanos, como San Andrés y San Ramón, en donde la afrodecendencia también predomina.
Estas comunidades se conformaron de la descendencia de esclavos, quienes las fueron poblando. Pero fue recién a través de los últimos años que se comenzó a tener un reconocimiento oficial sobre la raíz de estas poblaciones de generaciones anteriores.
Cómo es la vida allí
Irma Alderete (61 años) cuenta en diálogo con “Crónica” sobre el día a día en San Félix, un poblado pequeño en población, en donde explica que “la mayoría de la gente se conoce, porque con casi todos hay alguna familiaridad, de algún sobrino o primo”.
Descendiente afro por parte de sus tátara abuelos que fueron esclavos, explica las dificultad que afronta en el pueblo para poder sobrevivir. En la actualidad, Irma vive junto a uno de sus siete hijos y a su hermano en una casa que según describió está “como todo el poblado, situado en medio de un monte” y lleva adelante una vida de campo, con la crianza de animales como gallinas y cerdos.
San Félix es una comunidad con muchas necesidades, en donde de su población mayor solo una persona pudo terminar sus estudios en una escuela secundaria y en donde la inmigración hacia otras localidades o provincias en busca de oportunidades es un fenómeno muy común.
“La mayoría de las personas de acá se van a Neuquén, a Entre Ríos, a Buenos Aires o a Tucumán en búsqueda de trabajo, porque en San Félix no hay mucho para poder hacer. No se consigue un trabajo. Tengo una hija que vive en Buenos Aires y se fue por ese motivo”, señaló Irma. Para poder subsistir, explica que, en su caso, vive de una pensión que recibe por parte del Estado y que su hermano hace viajes hasta San Miguel de Tucumán, a tres horas en auto de San Félix, para realizar la compra de la mercadería con la que abastecerse durante un mes.
“No tenemos sistema eléctrico, por lo que no podemos tener un freezer para congelar, con lo cual tengo que salar y ponerle aceite a la carne para conservarla”, explica la mujer, sobre una de las principales dificultades que tienen los pobladores para poder conservar la comida.
Con un hospital de primeros auxilios a 18 kilómetros, el acceso a la salud para la gente que vive en San Félix tampoco es sencillo e Irma indica que las 200 personas que viven ahí dependen de un enfermero que atiende consultas tres veces a la semana.
Irma también considera que para la gente que vive en el lugar es “difícil poder cubrir la comida” y pese a que considera que “no se pasa hambre”, si hay muchas dificultades por la falta de empleo. Para el acceso a la comida, muchos de sus pobladores dependen de la caza de algunos animales, como los jabalí o las corzuelas, mientras que ella se dedica a “hacer estirar el poco dinero” que tiene e incluso hacerlo rendir para asistir a los chicos del lugar.
“Una vez por semana les hacemos arroz con leche y chocolatada a los chicos en la capilla de San Félix para poder alimentarlos bien”, expresó.
Costumbres que permanecen
Eleuterio Melián, referente de la comunidad afrodescendiente de Santiago del Estero y nacido en San Félix, explica que en esa población una costumbre que mantienen intacta los ancianos y que se pasa de generación en generación es la de comer y bailar ciertos géneros que provienen de las costumbres afro.
Una de ellas consiste en comer morcilla de gallina, un tipo de alimento que proviene de lo que antes era “una de las pocas opciones que tenían los esclavos para comer y que se armaba de lo que dejaba de sobra el hombre blanco”. A su vez, en relación a los tipos de géneros que se bailan, Melián resalta que “la guaracha santiagueña y la chacarera descienden de ritmos de los negros”, aunque desea que se vuelvan a revalorizar en San Félix y las poblaciones afrodescendientes otros ritmos, como el candombe.
Esperanza en el reconocimiento
De cara al futuro, Melián se ilusiona con que se comience a cambiar la desigualdad de base con la que históricamente cargaron los pobladores de San Félix, con la creación de una escuela en el lugar y la primera generación de 10 chicos de este poblado que terminaron el secundario. En ese sentido, el referente de la comunidad afrodescendiente subraya que lo que sucedía antes es que “los chicos más inteligentes o con más capacidades eran enviados a otros lugares a estudiar y después no volvían”, por lo que este cambio se comenzó a dar a partir del “reconocimiento del Estado” de la existencia de estas poblaciones.
Al respecto, se esperanza con que el lugar sea reconocido como patrimonio cultural de la provincia y que de esa manera se pueda obtener más ayuda para que estos pueblos como San Félix no desaparezcan.
El origen del nombre
El nombre de esta comunidad afrodescendiente en Santiago del Estero nace del regalo de una legua cuadrada que le hizo la familia Frías, quienes eran terratenientes del lugar, a los esclavos Felipa Iramaín y Julián Guerra.
Según explica Eleuterio Melián, a ellos se les concedió la libertad y esta entrega de tierras porque la mujer “había sido madre nodriza, algo que se acostumbraba mucho en esa época porque se decía que los esclavos negros generaban más anticuerpos”.
La primogénita de la primera pareja de esclavos negros en establecerse en tierras propias se llamó Felipa Guerra y se enamoró de Felix Alderete, por lo que el nombre San Felix provino de ese hombre. Con el paso del tiempo, más personas afrodescendientes poblaron el lugar y sus alrededores, lo que llevó a Santiago del Estero a ser uno de los lugares en donde mejor se conserva la afrodescendencia del linaje de la época colonial.
Buscan homenajear a un héroe
En la localidad de San Andrés, cercana a San Felix y también con predominio de los afrodescendientes, se planea llevar adelante el museo “ARA San Juan David Melián”, que lleva ese nombre en homenaje al sobrino del Eleuterio, quien fue uno de los héroes que perdió la vida en el submarino y era oriundo del lugar.
"Aquí se busca crear el museo y talleres culturales para todos los pobladores de los alrededores", sostuvo Eleuterio y en ese sentido sostuvo que estas capacitaciones serán especialmente de "artes de recuperación de nuestra identidad, de nuestra historicidad, lo cual nosotros decimos que lo hemos perdido por un montón de cuestiones y circunstancias".
La propuesta forma parte de un proyecto gestionado junto a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que incluye el pedido por “la incentivación del desarrollo productivo y económico de la zona, para el desarrollo de la producción de ladrillos y miel”.
Con esto se busca terminar con la necesidad de emigrar de los pobladores a otros lugares por la falta de trabajo actual, algo que espera se pueda finalmente desarrollar.