Este 9 de julio se cumplen 13 años de la histórica nevada que vistió de blanco a la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. A causa de la pandemia, esta fecha nos vuelve a encontrar en nuestras casas y el recuerdo nos alienta a preguntarnos nuevamente: ¿Puede volver a ocurrir?.

Desde que hay registros, por segunda vez en nuestra historia, los parques, edificios y techos de teja, terminaron teñidos de blanco con una nevada que volvía a repetirse luego de 89 años.

Ese invierno de 2007 se lo recuerda particularmente frío y el fenómeno que nos regaló la naturaleza, fue generalizado y se extendió en amplios sectores de la región central, incluyendo distintas localidades del norte bonaerense, y del sur de las provincias de Córdoba y Santa Fe.

Los primeros copos de nieve en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. (Foto: Gisela Giardino)

En vísperas del  Día de la Independencia en 2007, una masa de aire polar ya se encontraba instalada sobre la región central del país dejando temperaturas muy bajas.

Cindy Fernández, especialista del SMN, manifestó en diálogo con cronica.com.ar que es "imposible" que este fenómeno vuelva a suceder nuevamente este año. "Hace frío, pero lejos estamos de las condiciones que se necesitan para una nevada", informó. 

Para volver a presenciar un evento así, "necesitanos aire frío, pero no solamente en superficie, sino también en altura. Esto quiere decir que toda la atmósfera tiene que tener temperaturas bajo cero o cercanas a cero y eso es raro que pase en CABA", indicó. 

En distintas localidades de la provincia de Buenos Aires se percibió en mucha cantidad. 

"Ademas, cuando eso ocurra, tiene que coincidir con que haya condiciones de precipitaciones. Porque si tenemos ese frío, pero con el cielo despejado, no va a suceder nada", aclaró.

Fernández explicó cómo se produce este fenómeno y qué condiciones deberían darse para que nuevamente seamos testigos de una nevada: "Es común que en esta zona tengamos temperaturas muy bajas en la superficie pero cuando nos alejamos a unos 10 o 20 metros de altura, tenemos temperaturas más altas en el aire. El copo de nieve, cuando va cayendo de la nube, se encuentra con aire cálido. Por esta razón, se derrite y llega a la superficie como gota de lluvia y no de nieve".

Para que este fenómeno ocurra necesitamos "que toda la atmósfera, desde el suelo hasta la base de la nube, esté con temperatura por debajo de los 0°", cerró.

¿Qué pasó en la ciudad de Buenos Aires en 2007?

Según publicó la página oficial del Servicio Meteorológico Nacional en su cuenta de Facebook, la madrugada del feriado los meteorólogos estaban expectantes frente al desarrollo de las condiciones atmosféricas. Mientras llegab a la información de que se estaban registrando los primeros copos sobre Venado Tuerto, Pergamino y Junín, manteníamos la ilusión.

Cerca de las 10 de la mañana, Morón fue la primera localidad del conurbano en reportar cielo cubierto con nevadas, pero en CABA las temperaturas alcanzaban los 4°C, es decir no eran lo suficientemente bajas como para permitir que el copo de nieve llegue sólido a la superficie.

Con el correr de las horas, otras localidades como Ezeiza, también se empezaron a pintar de blanco y la lluvia que caía en el centro de la ciudad de Buenos Aires de a poco estaba enfriando el aire cercano al suelo. Alrededor de las 15 horas, la temperatura había descendido hasta los 2.6°C con una sensación térmica de -1.2°C, suficiente para que los copos se depositen en el suelo en forma sólida.

La gran nevada del 9 de julio duró casi 10 horas, nos permitió hacer muñecos y guerra de bolas de nieve como en las películas, en los noticieros no se hablaba de otra cosa y todos queríamos tener una foto con el paisaje blanco.