K amala Harris, vicepresidenta y candidata demócrata que ocupó el lugar que dejó vacante a mitad de carrera Joe Biden, y Donald Trump, ex mandatario y postulante republicano a volver a ocupar el codiciado sillón de la Casa Blanca, se sacaron chispas en lo que fue el primer cara a cara entre ambos a nada de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre en Estados Unidos.

Ningún debate presidencial tuvo tanta repercusión en una campaña como el que enfrentó a Biden y Trump el pasado 27 de junio. La actuación del demócrata fue tan desastrosa que su propio partido lo presionó para que abandonara. Con ese antecedente como base, la presión para no equivocarse jugó un rol fundamental anoche en uno y otro bando.

A lo largo de 90 minutos, ella y él siguieron al pie de la letra lo que venían practicando durante semanas. En el caso de la dirigente de 59 años, a través de un sparring que hizo las veces de su rival, y para el magnate de 78 años, luego de haber estudiado de memoria el discurso de la ex fiscal durante su participación en la Convención Demócrata de Chicago.

La primera pregunta del debate tuvo que ver con la economía y el costo de vida. Cuando se le preguntó si cree que los estadounidenses están mejor hoy que hace cuatro años, Harris centró su respuesta en sus propuestas para apoyar a familias y pequeñas empresas, a la vez que aprovechó para criticar a Trump, afirmando que "él propone un recorte de impuestos destinado a los millonarios y las grandes corporaciones".

El republicano, por su parte, rechazó esta aseveración y dijo que "su prioridad será imponer aranceles a las importaciones de países extranjeros". Luego, acusó a su rival de haber "copiado el plan económico de Biden". "No tiene un plan. Copió el plan de Biden, y es como cuatro oraciones... cuatro oraciones que dicen: ‘Oh, intentaremos bajar los impuestos’. No tiene un plan. Ella está destruyendo este país, y si llega a ser presidenta, este país no tiene ninguna posibilidad de éxito, terminará siendo Venezuela en esteroides", afirmó el ex mandatario que calificó a Harris como "marxista".

Trump también defendió su apoyo a la prohibición del aborto a las seis semanas, marcando un cambio respecto de su postura anterior sobre la medida. Además, arremetió contra el candidato a la vicepresidencia de Harris, Tim Walz, alegando que apoya la "ejecución después del nacimiento". La líder demócrata, en tanto, criticó las posiciones de su rival en torno a los derechos reproductivos y subrayó el impacto negativo que, según ella, tienen sus políticas en las mujeres del país. "No es necesario abandonar la propia fe o creencias profundamente arraigadas para aceptar que el gobierno, y Donald Trump ciertamente, no deberían decirle a una mujer qué hacer con su cuerpo", afirmó.

Harris y Trump llegaron a la cita en Filadelfia que se emitió en vivo por la cadena ABC con reglas claras: sin asesores y con sólo un bolígrafo, un anotador y una botella de agua mineral a disposición. La conducción del evento estuvo a cargo de los periodistas David Muir y Linsey Davis. No hubo discurso de apertura, ni tampoco pudieron leer apuntes y los micrófonos estuvieron cerrados para ambos cuando no les correspondía hablar.

Según una publicación del sitio Realclearpolitics, antes del debate Harris aventajaba a Trump por 48,4% a 47,3%, tras hacer un promedio de 12 encuestas: New York Times, Harvard, NPR, Emerson, Rasmussen Report, Morning Consult, Pew, Tipp insights, Wall Street Journal, Quinnipiac, ABC News y Yahoo News. Se trata de un empate técnico a solamente 56 días para los comicios presidenciales.