Murió en la cárcel el líder de una secta marplatense
Ezeiza. el gurú eduardo nicosia estaba acusado de explotación laboral y sexual
E duardo de Dios Nicosia, a quien también se lo conocía como Swami Vivekayuktananda, lideró durante más de cuatro décadas una secta yogui que funcionó en el Hotel City, en el centro de Mar del Plata.
Así fue hasta el 3 de julio de 2018, cuando tras un allanamiento fue detenido junto a su esposa y otros integrantes de la secta acusado, entre otros delitos, de abuso sexual, explotación laboral, torturas, apropiación de bienes y robo de identidad a unos 15 niños y niñas nacidos en ese contexto, quienes, para la Justicia, serían hijos de Nicosia.
El líder espiritual aguardaba el comienzo del juicio en su contra detenido en el penal de Ezeiza, pero el jueves falleció en el Hospital Interzonal de esa localidad bonaerense a los 74 años.
La detención de Nicosia fue concretada tras varios testimonios aportados por sus víctimas a la justicia federal marplatense. Uno de ellos, el de una mujer de más 40 años, aseguró que el líder yogui era su padre y que había abusado de ella desde que era niña. Inclusive, denunció que había quedado embarazada de Nicosia.
"Falleció poco después de que nos rechazaran la morigeración de su prisión porque anticipábamos este posible desenlace. Pero el tribunal no analizó la historia clínica y lo rechazó", dijo el abogado defensor de Nicosia, Pablo Tosco, al diario La Capital marplatense.
El acusado padecía varias enfermedades: úlcera gástrica, hipertensión y diabetes. Además, en los últimos años se movilizaba en una silla de ruedas.
Además de Nicosia también está imputada judicialmente su esposa, Silvia Capossiello, por los mismos delitos que enfrentaba su marido, entre ellos abuso sexual porque, según la investigación, su rol era el de "entregadora" de las víctimas. También se encuentran acusados Luis Fanesi, mano derecha de Nicosia y conserje del Hotel City; el brasileño Sinecio de Jesús Coronado Acurero y el psicólogo Fernando Velázquez.
En su momento el fiscal Nicolás Czizik y el juez federal Santiago Inchausti afirmaron que Nicosia mantenía relaciones sexuales con sus seguidores desde los comienzos de la secta, en los años 70, y que, por los resultados de los estudios genéticos practicados a algunos de sus fieles, unos 15 niños y niñas nacidos en ese contexto de abusos y explotación sexual eran hijos biológicos de Nicosia, aunque les había impuesto otra identidad.
La causa también comprobó maniobras de apropiación ilegal de bienes de los seguidores y estafas.
Nicosia fue considerado uno de los referentes del yoga en la Argentina entre los años 70 y 80. Por aquella época se trasladó a Venezuela, donde también enfrentó problemas legales. De regreso a Mar del Plata, compró el Hotel City, situado muy cerca de la populosa playa La Perla.
La policía, por orden judicial, ingresó allí el 5 de julio de 2018, detuvo a cuatro personas, entre ellas Nicosia, y secuestró dos carabinas, dos escopetas y cuatro pistolas, además de cartuchos y dinero en efectivo, tanto pesos como dólares. Fue el final de la secta.