El viernes 15 de mayo, en el hospital Rawson de San Juan, nació Alma, la séptima hija mujer de una humilde familia. Como marca la Ley 20.843, el presidente Alberto Fernández debe convertirse en su padrino. Sus padres, Gisela Abregó y Víctor Hugo, ex minero de la Barrick, están desempleados.

Desde 1974, cuando se promulgó la Ley de Padrinazgo Presidencial (Nº 20.843), los séptimos hijos varones y séptimas hijas mujeres son beneficiarios de un aporte económico anual y una beca para estudiar desde la escuela primaria hasta la universidad que se recibe a través del Banco Nación.

Alma nació con 4.140 kilos de peso. "Fue un parto de riesgo, mi quinta cesárea. Encima, por la pandemia mi familia no pudo estar conmigo, estuve sola todo el tiempo", comentó su mamá. Ambas viven en el humilde barrio La Bebida, con Víctor Hugo y las otras hijas: Yazmín (16), Guadalupe (10) Lurdes (4) Juliana (3) y Victoria (2). En el recuerdo de todos ellos permanece Pía, que murió hace tres años por una cardiopatía.

"Mi casa tiene una cocina-comedor y dos dormitorios. Ya nos está quedando chica", contó Gisela, quien le escribió vía Twitter al jefe de Estado con motivo del nacimiento de su séptima hija. "Yo trabajaba en una casa de familia, haciendo la limpieza, el planchado. Y Víctor Hugo, en la Barrick, en las minas, cerca de la cordillera. Pero por la pandemia nos quedamos sin trabajo. Yo consigo ir a limpiar alguna casa de vez en cuando, y él sale temprano a buscar, hace alguna changa en un taller mecánico y tira currículums, pero está difícil criar tantos hijos. Lo único que tengo es la asignación, 10.000 pesos, y las más chicas necesitan pañales, lecheà", agregó.