Dramático testimonio de un jubilado que habló con Crónica, en el marco de la marcha frente al Congreso en rechazo al veto de la reforma jubilatoria. “Nos están matando, ochenta años tengo. No tengo remedios, no tengo comida, hace dos días que no como", sostuvo a este medio. 

El hombre contó su historia y mostró su indignación frente a la situación económica y el accionar policial en la marcha. 

En esa línea, otro jubilado llamado Juan, habló con este medio con lágrimas en los ojos, y respecto a los que se votó en el Congreso, manifestó que “son todos una manga de sinverguenzas, que la gente los tiene que castiga. a los diputados vendidos. Se venden por dos mangos”. 

Además, el hombre puntualizó que aunque él tiene un plato de comida, remarcó que conoce gente “que no tiene ni para un bocado”. “Estoy acá por toda la gente, no por mí”, subrayó el jubilado de 69 años que contó que trabaja desde los 14. Y agregó: “¿O no se dan cuenta que nos están matando a todos? Luz, gas, colectivo, impuestos”.

“Trabajo desde las siete de la mañana hasta las nueve de la noche, a mí nadie me regaló nada”, contó el jubilado que cobra la mínima.

Momentos de tensión se vivieron en las inmediaciones del Congreso, luego que el Gobierno lograra aprobar el veto de la reforma jubilaría.

Algunas de las personas presentes en la marcha, que en su mayoría son jubilados reclamando por la movilidad jubilatoria, tiraron las vallas colocadas en el lugar, y sufrieron el violento accionar de la policía, que reprimió con balas de goma, gases y palos.

Luego de conocerse el resultado de la votación, que determinó que los legisladores no insistan con el proyecto para mejorar las jubilaciones, los manifestantes empezaron a insultar a aquellos que votaron de forma negativa.

En ese marco, un jubilado arremetió contra el accionar policial. “Son robots, están preparados para pegar, no sirven para otra cosa”, dijo a este medio sobre los efectivos policiales que estuvieron presentes en la marcha. 

Por su parte, Armando, otro jubilado, también dio su parecer sobre lo que sucedió en el interior del recinto. 

“Es un Gobierno de desalmados, lo peor que hay. Cobro un poco más que la mínima, pero no alcanza para nada”, manifestó, y agregó “que es un gobierno de miserables y alcahuetes”.

Además, remarcó que “no le tiene miedo” al avance policial. 

“Cierta parte de la política es la que nos da la espalda, en estos momentos en que estamos tan necesitados para seguir adelante”, dijo Armando y exceptuó al movimiento justicialista. 

“Volvemos a la dictadura y al 2001, a lo peor de la Argentina”, concluyó.