TikTok ha sido desde el comienzo de la cuarentena por el coronavirus una de las plataformas de contenidos más utilizadas en el mundo entero. Hoy en día son miles de millones los usuarios se aventuraron a crear videos graciosos, inventar desafíos o dar cátedra sobre ciertos temas.

Una de las tendencias de las últimas semanas fue un curioso challenge que consistiría en dar vida y criar a un pato con los típicos huevos que se encuentran en un supermercado. Una mujer oriunda de Gales, Reino Unido, asombrada por lo que veía en las imágenes de la popular aplicación, decidió poner a prueba este experimento y comprobar si era cierto o no.

Adele Philips, la usuaria de TikTok que se sumó al desafío, fue a la tienda más cercana de su casa y compró media docena de huevos de pato, y luego, adquirió una incubadora a través de Amazon.

Según informó al portal de noticias “Bored Panda”, siguió el procedimiento que indicaban los videos de la app juvenil: puso los seis huevos dentro de la incubadora, elevó la temperatura a 37,5 grados, y esperó “diez días para ver si eran fértiles o no”, lo que se puede averiguar iluminándolos con una linterna.

La gran mayoría de los huevos que se venden en tiendas no están fertilizados, pero a veces puede ocurrir cuando un macho se mete entre una bandada de aves comerciales ponedoras de huevos, según explicó.

“Si ves venas para el día diez de incubación, tienes un huevo fértil. Y para mi sorpresa, ¡había uno entre los seis!”, especificó Philips. Pero este era tan solo el comienzo de un largo proceso.

Su tarea era cuidar y mantener al huevo fértil, al cual tuvo que girarlo de 3 a 4 veces al día, rociarlo con agua y ponerlo a temperatura ambiente. Luego, lo volvía a dejar en la incubadora durante horas antes de repetir el proceso. Finalmente, el día 27, el polluelo comenzó a picotear la cáscara del huevo, y 48 horas más tarde, salió.

"'Regresé del trabajo y el patito acababa de salir del caparazón mirándome'"

“Bienvenido al mundo Braddock Morris el patito de un rango libre de huevos de pato Morrisons. Bien vale la pena los 30 días de ansiedad. Está aquí todo a salvo. ¡¡Qué experimento, no puedo creer que de verdad lo hicimos!!”

La usuaria inglesa relató que si bien su primera intención fue regalar al patito, después de tanto esfuerzo y trabajo, y la ternura que le provocaba el patito, decidió quedárselo y nombrarlo “Morris”. También señaló que le presentó a un amigo para que no estuviera solo en su hogar.

“Muchas personas de un grupo al que me uní en Facebook me dijeron que necesitaba un amigo o se sentiría muy triste y solo, así que, como trabajo todo el día, le conseguí un patito en una tienda de mascotas que vende aves de corral. Se llama Beryl y ahora son mejores amigos”, contó a “The Independiente”.

También contó que están en una caja con una lámpara de calor que improvisó para que pudieran vivir comodamente. “Cada vez que Morris ve mi cara se emociona mucho y empieza a parpar muy fuerte. Luego, cuando lo saco, se me sube encima y me empieza a picotear la cara”, expresó.